REFLEXIONES ACERCA DE LA OBRA DE FREUD Y MELANIE KLEIN.
Dr. Fernando Valadez, Médico, Psiquiatra, Psicoanalista, AMPAG 4ª generación.
XIII CONGRESO NACIONAL DE AMPAG – UIC. Octubre 2013, México.
RESUMEN.
Inicié la lectura “seria” de Freud en 1969, cuando en Madrid, todavía bajo la dictadura de Franco se aprobaron sus Obras completas. A partir de ese momento tuve una fascinación, que con los años se ha convertido en reflexiones y tal vez en algunas críticas, la docencia me ha dado oportunidad de releer la obra y repensar.
La obra de Klein primero la vivencié en mi primer psicoanálisis grupal con José Luis González y luego inicié su lectura, que tampoco he dejado nunca, gracias a la actividad más constante de mi vida profesional: el proceso enseñanza aprendizaje.
Si bien estos dos autores se centran más en el mundo interno, dan bases fundamentales para la comprensión de la intersubjetividad. Hago desde reflexiones teóricas acerca de si nacemos con superyó o no, hasta si la teoría psicoanalítica que con frecuencia es colocada en el positivismo y las ciencias naturales, puede también ser considerada desde la dialéctica. Retomo las inquietudes de Freud de proponer una “psicología científica de los procesos normales” y propongo que nuestra disciplina sea puesta al servicio de las mayorías no patológicas, como preventiva de una gran cantidad de aspectos de la vida cotidiana en la familia, como es el colecho tan solo para mencionar uno en este resumen. Doy mi marco de referencia al considerar a la teoría psicoanalítica como una sola, con diversos desarrollos (Klein, Lacan, Kaës y muchos más) y con múltiples prácticas (clínica individual y grupal, educativa, institucional, familiar, de pareja y muchas más).
INTRODUCCIÓN
Inicié la lectura “seria” de Freud en 1969, cuando en Madrid, todavía bajo la dictadura de Franco se aprobaron sus obras completas. A partir de ese momento tuve una fascinación, que con los años se ha convertido en reflexiones y tal vez en algunas críticas, la docencia me ha dado oportunidad de releer la obra y repensar. La obra de Klein primero la vivencié en mi primer psicoanálisis grupal con José Luis González y luego inicié su lectura, que tampoco he dejado nunca, gracias a la actividad más constante de mi vida profesional: el proceso enseñanza aprendizaje. Si bien estos dos autores se centran más en el mundo interno, dan bases fundamentales para la comprensión de la intersubjetividad. Realizo elaboraciones teóricas diversas, desde reflexiones teóricas que involucran pensar si nacemos con superyó o no, hasta si la teoría psicoanalítica que con frecuencia es colocada en el positivismo y las ciencias naturales, pero que fundamentalemnte debe ser considerada desde la dialéctica.
Retomo las inquietudes de Freud de proponer una “psicología científica de los procesos normales” y propongo que nuestra disciplina sea puesta al servicio de las mayorías no patológicas, como preventiva de una gran cantidad de aspectos de la vida cotidiana en la familia, como es el colecho tan solo para mencionar uno en esta introducción. Doy mi marco de referencia al considerar a la teoría psicoanalítica como una sola, con diversos desarrollos: Klein, Lacan, Bion, Kaës y muchos más y con múltiples prácticas: clínica individual y grupal, educativa, institucional, familiar, de pareja y otras.
La obra de Freud es muy extensa, este es un pequeño ensayo muy lejos de ser exhaustivo, sin embargo, da cuenta de algunas de mis reflexiones. La obra de Klein aunque de menor extensión también es abundante, tomo solo algunos textos ejemplificadores. En ocasiones me refiero a los autores como “Sigui” y Melanie, me imagino en un Pub de Londres dialogando con ellos de tú a tú, en un afán iconoclasta y de acercamiento, no olvidemos que las idealizaciones tienen su par antitético de devaluación.
DIALECTICA DE LAS EMOCIONES, PREDOMINANCIAS.
Diversos aspectos de la obra de Freud a mi manera de ver podríamos considerarlos como aspectos dialécticos, más que ambivalentes como se tienden a calificar por el mismo Sigui. Cuestiones como amor odio, placer displacer, son aspectos que conllevan de manera inherente e inseparable su par antitético, no hay amor puro, hay predominancia de amor hacia cierto objeto, no hay displacer puro, hay predominancia displacentera frente a cierta situación de la vida cotidiana, hay predominancia de deseo pero siempre aparece su par antitético el miedo.
En Pegan a un niño (1919) [1]. “Co-vivenciar escenas reales de paliza en la escuela provocaba en el niño espectador una peculiar emoción, PROBABLEMENTE UNA MEZCLA DE SENTIMIENTOS en la que la repulsa tenía una participación considerable” (Las mayúsculas, cursivas, negritas y subrayadas son mías y serán en lo sucesivo para destacar los textos seleccionados). Continúa la cita del mismo texto: “Bajo estas condiciones, al comienzo no fue posible decidir siquiera si EL PLACER adherido a la fantasía de paliza debía caracterizarse como sádico o como masoquista” Le contesto a Freud diciendo que son ambos, con predominancia sádica.
En “Tres Ensayos de una Teoría Sexual”[2] dice Sigui: “Un sádico es siempre también al mismo tiempo masoquista, aunque uno de los dos aspectos de la perversión, el pasivo o el activo, puede haberse desarrollado en él con más fuerza y constituir su práctica sexual prevaleciente”. “Así vemos que algunas inclinaciones perversas se presentan regularmente como pares opuestos…” más adelante escribe “… puede tener gran significación teórica”. “… estaríamos tentados de poner en relación la PRESENCIA SIMULTÁNEA DE LOS OPUESTOS con la oposición de lo masculino y lo femenino, conjugada en la bisexualidad…” En la nota a pie de página habla de la ambivalencia, sin embargo, ese término siempre me ha dado la impresión de algo que oscila, y no algo bivalente, por eso yo creo que en muchas ocasiones es mejor la palabra dialéctica.
Aunque Sigui utiliza en alemán la palabra “ambivalenz” y siempre se ha interpretado como ambigüedad, en sus raíces latinas quiere decir “con dos valencias” en español podríamos usar “bivalencia”, palabra que no existe en alemán. En el análisis de la obra de Freud he llegado a la conclusión que hay elementos dialécticos, bivalentes, por ejemplo amor odio, digamos que hay una tesis de amor una antítesis de odio una síntesis de amor odio. Luego vendría la palabra predominancia, que es fundamental en la teoría psicoanalítica, la niña nace con una predominancia de amor por la madre y una predominancia de odio por el padre, sin embargo, también hay momentos de odio por la madre y amor por el padre, luego en el Edipo positivo de la niña hay un cambio predominando el odio por la madre y el amor por el padre.
Múltiples ejemplos encontramos en la extensísima obra de Freud: instinto de vida instinto de muerte; miedo deseo; latente manifiesto, sadismo masoquismo, femenino masculino, homosexual heterosexual y otros. Ninguno de estos aspectos acciona solo, siempre esta su par antitético con predominancias variables.
INICIO DEL SUPERYO Y LA SEXUALIDAD.
Dice Freud en pegan a un niño[3]. “En el período de la infancia que abarca por vez primera los factores libidinosos congénitos son despertados por las vivencias y ligados a ciertos complejos”. Hoy sabemos que la sexualidad esta desde el nacimiento, por tanto esos factores aparecen desde el inicio de la vida y no a los dos años, baste tocar el pene de un niño recién nacido al ser amamantado por la madre para percibir la erección y observarlo después de ser amamantado con una facies de placer post orgásmica.
En el mismo texto[4] cito: “Así pues, la fantasía ha devenido masoquista; por lo que yo se, siempre es así: en todos los casos es la conciencia de culpa el factor que trasmuda el sadismo en masoquismo” (Pág. 186). Aquí yo simplemente agregaría la palabra predominancia, no desaparece nunca el par antitético. En Tres ensayos[5] (Pág. 120). “Pero los que no son médicos, y por tanto no ejercen el psicoanálisis, no tienen ningún acceso a este campo, ni posibilidad alguna de formarse una opinión no influida por sus propias aversiones y prejuicios”. Se equivocó completamente con Melanie Klein que no era médica, y con muchas y muchos psicoanalistas que actúan en su práctica clínica sus “aversiones y prejuicios”, ya que, entran en juego los aspectos ideológicos a los que nadie escapa. Todavía hace algunos años algunas organizaciones psicoanalíticas no permitían la entrada de psicólogas y psicólogos, es decir convirtieron esta aseveración en dogma. En el mismo texto[6] dice: “La investigación psicoanalítica se opone terminantemente a la tentativa de separar a los homosexuales como una especie particular de seres humanos” (Pág. 132) aunque Freud se adelanta a su tiempo con esta posición, todavía se ven algunos aspectos de prejuicio hacia los “invertidos” como él les llamaba. En la Pág. 137[7] reconoce lo poco que pudo explorar la sexualidad femenina. Hoy sabemos gracias a la embriología que el clítoris no es un pene atrofiado, al contrario, es un tejido más desarrollado en el proceso embrológico. Que la mujer no es un macho castrado, que la envidia del pene, los testículos, la fuerza muscular y el poder son envidiados por las mujeres, sin embargo, M. Klein en envidia y gratitud y en otros textos, y mujeres psicoanalistas posteriores, nos hablan de las envidias de los hombres hacia las mujeres: la procreación, la matriz, los senos, la leche, sangrar sin morirse, las nalgas, el clítoris, la multiorgasmicidad y la mayor capacidad de mostrar los sentimientos, estamos pues ante envidias mutuas, y, gratitudes mutuas cuando podemos poseer temporalmente lo que envidiamos.
Freud habla de la “angustia de castración”, vemos el sexismo en el lenguaje del maestro, hoy sabemos que es angustia de muerte y en todo caso hay angustia de pérdida de partes del cuerpo en hombres y mujeres. Tal vez la ansiedad que siente el niño al ver algo que no tiene (la vagina) o la niña el pene, es generada por el miedo a lo desconocido, mas que la castración.
Abundaré más adelante en las envidias y gratitudes mutuas, pero lo dejo planteado de una vez: si bien la envidia del pene, testículos, fuerza muscular y poder es una realidad en la vida intrapsíquica femenina; la envidia de la procreación, de la matriz, de los ovarios, de los senos, de la producción de leche, de sangrar sin morirse, del clítoris, de la vagina, de la multiorgasmicidad, de la mayor capacidad para expresar emociones es una realidad intrapsíquica masculina. Se envidia lo que no se tiene.
Aunque en muchos aspectos fue adelantadísimo para su época: por ejemplo cuando habla del erotismo anal: (3 ensayos[8], Pág. 138), nos comunica: “El papel sexual de la mucosa anal en manera alguna se restringe al comercio entre hombres…”, sin embargo, no escapa a ciertos prejuicios sobretodo en relación con las mujeres. En la nota 22 a pie de la página 141 de 3 ensayos[9], hablando del fetichismo de zapatos y pies: “En ese proceso los genitales femeninos se imaginaron, de acuerdo a la expectativa infantil, como masculinos”. Yo digo que en todo caso va a depender si se trata de un niño o una niña. En la Pág. 144[10] habla de la pasividad y actividad, como características femenina la primera y masculina la segunda, aspecto que hoy ha cambiado.
Luego hace una magistral recomendación técnica: “Si los hombres supieran aprender la observación directa de los niños, estos tres ensayos podrían no haberse escrito.” Es lo que hizo la señora Klein, como la llamaba Sigui, quizá un poco despectivamente. Y es lo que recomiendo como materia práctica obligatoria, observar niñas y niños en diferentes ámbitos, de diferentes edades. Además recomienda[11]: “…conseguir una información exhaustiva y certera acerca de la vida sexual de los llamados psiconeuróticos…” Con estudiantes y aún con colegas me he encontrado con la desagradable sorpresa de exploraciones muy pobres o incluso nulas de la sexualidad femenina y masculina en las entrevistas iniciales.
OTRAS CUESTIONES DE GÉNERO.
Freud establece los aspectos fundamentales de su teoría predominantemente, tomando como ejemplo al niño y la madre, quedando las niñas y los padres menos involucrados en sus desarrollos teóricos. Yo propongo que constantemente hablemos de Madre Padre con predominancias, como en el Edipo positivo o negativo en el que nunca desaparece la figura del otro otra, la niña que nace en un Edipo negativo predominantemente ama a la madre pero también la odia y predominantemente odia al padre pero también lo ama. Toca a las nuevas generaciones mayores desarrollos teóricos psicoanalíticos acerca de las mujeres y el padre.
LO DESCONOCIDO.
En pegan a un niño[12] dice: “De manera simultánea con este proceso represivo aparece una conciencia de culpa, también ella de origen desconocido, pero inequívocamente anudada a aquellos deseos incestuosos y justificada por su perduración en lo inconciente” (Pág. 186)
El origen de la culpa es conocido, es el superyó, son los padres introyectados transmisores de la cultura y las prohibiciones. Yo creo que hay un superyó heredado.
Hay algunos aspectos que Sigui plantea como desconocidos, ya que en su época no había los adelantos y conocimientos actuales.
OTROS ASPECTOS TEÓRICOS.
El psicoanálisis con frecuencia se hace equivalente a la técnica clínica individual, sin embargo se trata de una teoría con múltiples técnicas clínicas, educativas y otras. En tres ensayos en la nota 50 agregada en 1924[1] dice “La doctrina de las pulsiones es la pieza más importante, pero también la más inconclusa, de la TEORÍA PSICOANALÍTICA (negrita, cursiva y subrayado míos).
Con gran frecuencia y tal vez debido a la ignorancia de la epistemología o al narcisismo de las y los colegas o de sus seguidoras y seguidores, con frecuencia se nombran “teorías” a los desarrollos teóricos, ejemplos: “teoría de las relaciones de objeto”, “teoría lacaniana”, “teoría de la cloaca”, “teoría kleniana”, “teoría del yo”, “teoría vincular” y muchos más, por cierto Lacan siempre dijo que era freudiano no lacaniano. Por supuesto que hay que tener una lectura crítica no dogmática de la obra de Freud, él mismo la promovía al criticarse a sí mismo, sin embargo, las leyes fundamentales persisten, por ejemplo: la estructura psíquica única y universal.
Nuestra teoría tiene múltiples aplicaciones preventivas en la Salud Mental, en la educación de las niñas y los niños, en la sexualidad, en las relaciones de pareja y familia y tantas más. Nos hemos dedicado principalmente a una minoría patológica, para no hablar de clase social en este momento, tal vez ya es tiempo de poner más atención en las mayorías no patológicas y en la prevención.
Freud en muchos momentos se refería a la “psicología normal”, tal vez debemos trabajar más en la fisiología del aparato psíquico, ¿Cuáles son las fantasías universales, las reacciones emocionales normales frente a un estímulo? el funcionamiento normal de la psique al que ningún ser humano escapa, independientemente de su extracción de clase social, de su origen cultural, étnico o de nación.
LA “SEÑORA” KLEIN.
Hay aportaciones técnicas y teóricas de esta autora que de alguna manera contravienen algunos de los postulados de Freud, como son: la constitución del superyó a los 6 meses de edad, yo creo que ya nacemos con estructura psíquica completa y el neuropsicoanálisis cada día se acerca más a probarlo, bástenos observar en un cunero las diferentes reacciones de bebés en hospitales que les dan alimento a la misma hora. Desde la técnica contravino al maestro con: el psicoanálisis de niños y de psicóticos, son cuestionamientos a postulados freudianos, aunque muchos de los casos de Freud eran psicóticos y trató a Hans a distancia.
Algunos de sus conceptos básicos de situación esquizoparanoide y depresiva se refieren al infante, sin embargo, dieron lugar a los desarrollos posteriores para la comprensión de fenómenos grupales universales, hoy sabemos que toda sesión psicoanalítica de grupo inicia en una situación de fragmentación y desconfianza, para después, a veces, pasar a una situación depresiva elaborativa. Plantea aspectos que se reproducen el grupo y que dan luz en los aspectos de transferencias laterales. En varios momentos se refiere al nacimiento de un hermanito, que también ya lo hacía Freud, aspecto que se reproduce cuando incluimos en un grupo psicoanalítico abierto a un nuevo miembro. Dice Melanie en Análisis temprano[2]: “Sin embargo, la ocasión de la irrupción de su neurosis fue el nacimiento de su hermanito. Poco después de esto se manifestaron dificultades aun mayores que aumentaron rápidamente”. Si no interpretamos adecuadamente en un grupo este aspecto puede ser causa de deserción.
Más adelante nos habla del “temprano sentimiento de culpa” que aparece en los juegos infantiles. Los católicos piensan que los niños nacen con un “pecado original” es decir que ya hay su correspondiente culpa heredada. Sin entrar en disertaciones religiosas, yo creo que el niño ya nace con su estructura psíquica completa, es decir con ello, yo y superyó. Hay demostraciones de la fortaleza de infantes, por ejemplo los niños que quedaron sepultados una semana en un hospital después del temblor de 1985, ¿eran puro inconsciente, eran puro ello? Yo creo que no. En aspectos prácticos nos hereda la técnica de juego con niños, que si bien la aplicó en casos individuales, hoy en día se aplica grupalmente en AMPAG, y en diversos consultorios privados de colegas. Muchos de los aspectos planteados técnicamente por Klein para el psicoanálisis individual de niños son válidos para el trabajo con grupos de adultos y con psicóticos. Dice en principios psicológicos del análisis temprano[3]: “En su juego los niños representan simbólicamente fantasías, deseos y experiencias. Emplean aquí el mismo lenguaje, el mismo modo de expresión arcaico, filogenéticamente adquirido con el que estamos familiarizados gracias a los sueños. Sólo podemos comprenderlo plenamente si lo enfocamos con el método que Freud ha desarrollado para descifrar los sueños. El simbolismo es sólo una parte de él; si queremos comprender correctamente el juego del niño en conexión con todo su comportamiento durante la sesión, debemos tener en cuenta no sólo el simbolismo que a menudo aparece tan claramente en sus juegos, sino también todos los medios de representación y los mecanismos empleados en el trabajo del sueño, y tenemos que tener en cuenta la necesidad de examinar el nexo total de los fenómenos (incluyo la nota 6 al pie), 6: “Mis análisis revelan una y otra vez cuán distintos significados pueden tener las cosas, por ejemplo muñecos, en el juego. A veces representan el pene, a veces el hijo robado a la madre, a veces al paciente mismo, etc. Es sólo examinando los mínimos detalles del juego, y su interpretación, que pueden hacérsenos claras las conexiones y eficaz la interpretación. El material que los niños producen durante la sesión, a medida que pasan de juego con juguetes a dramatizar en su propia persona y a jugar con agua, cortar papel, o dibujar, el modo en que hacen esto, la razón por la que cambian de un juego a otro, los medios que eligen para sus representaciones, toda esta miscelánea de factores, que tan a menudo parece confusa y sin sentido, es vista como coherente y plena de significado, y se nos revelan las fuentes y pensamientos subyacentes, si los interpretamos exactamente como los sueños. Además, los niños a menudo representan en su juego lo mismo que ha aparecido en algún sueño que narraron antes, y con frecuencia producen asociaciones por medio del juego que le sigue, y que es su forma más importante de expresarse”.
Además de que esto sucede con el lenguaje verbal en los grupos, también debemos poner atención a lo corporal y emocional. Actualmente podemos incluir psicodrama y otras técnicas de acción en los grupos que serían equivalentes al juego en los niños y que nos proporcionan material excelente para hacer consciente lo inconsciente. En las clínicas de AMPAG en los grupos de psicoterapia de tiempo y objetivos limitados a dos años se incluye una sesión prolongada en la que se usan técnicas psicodramáticas y otras. Es muy recomendable usarlas en el consultorio privado también.
Aunque basa sus desarrollos teóricos y técnicos en su trabajo con niñas y niños con patología, nos da pie para plantear aspectos que son parte del funcionamiento normal de aparato psíquico de cualquier ser humano, M.K. dice: en Amor, Culpa y Reparación (1937)[4] Pág 1 Psikolibros: “El primer objeto de amor odio del lactante es deseado y odiado a la vez” tal vez hay una continuación de la idealización de la relación madre hijo hija, sin embargo, hago dos reflexiones: primera: el padre cada vez esta mas incluido en la obra de Klein, en nuestros días, a veces, ya le habla el padre al producto en la vida intrauterina y si bien no da pecho, ya hay padres que intervienen (triangulan) desde el nacimiento. La segunda reflexión es acerca de la doble valencia afectiva amor odio y yo agrego con predominancia de una de las dos dependiendo el momento, por ejemplo vinculado con el hambre.
Sin embargo, mas adelante (Ibíd. Pág 4)[5] dice: “La lucha entre amor y odio, con todos los conflictos a que da lugar, aparece, como he tratado de demostrar, en la primera infancia y opera activamente durante toda la vida. Comienza en la relación con AMBOS PADRES”. (mayúsculas, negritas, cursiva y subrayado míos). Incluye mucho más que Freud al padre en sus desarrollos teóricos. Desde luego que plantea que la sexualidad es desde el nacimiento. En diversas partes de su obra, que por supuesto parte de los postulados originales de la teoría psicoanalítica creados por Freud, hace alusión a aspectos de envidia y gratitud en la relación hombre mujer. Dice (Ibíd. Pág. 9)[6] “Debido a que en las profundidades de su mente perdura la idea de que su genital es peligroso y podría dañar el del marido – noción que proviene de sus fantasías agresivas contra su padre- parte de la satisfacción que obtiene deriva del hecho de comprobar que sus genitales son buenos, puesto que proporcionan a su marido placer y felicidad”, más adelante, “Esto no solo aumenta su placer sexual, su amor y ternura por la mujer, sino que propicia sentimientos de gratitud y seguridad, los que a su vez incrementan sus poderes creadores en otros campos e influyen favorablemente sobre su capacidad para el trabajo y otras actividades. Al compartir sus intereses (así como su amor y placer sexual), la mujer le prueba el valor de su trabajo”.
Ya antes hablé de las envidias mutuas y ahora subrayo las gratitudes mutuas. En el pasado se prohibía a los deportistas en las olimpiadas que llevaran a sus parejas y tuvieran relaciones sexuales, hoy lo permiten y promueven.
Nos habla después de diversos aspectos de la relación madre padres hija hijo, nos advierte de la: “…indulgencia materna exagerada…” que encierra una intensa culpa y una agresión encubierta. En esta obra nos habla de diversos aspectos inconscientes de la relación de pareja, de la elección del objeto de amor, de ser padre, aspectos que son de gran utilidad para la prevención en salud mental. Vuelven a aparecer aspectos idealizados de la relación hijo hija madre cuando dice: “El vínculo primario del niño con el pecho y la leche de su madre constituye la base de todas las relaciones de amor en la vida”. Pareciera que idealiza la díada y no toma tanto en cuenta la tríada, aunque también habla del Edipo temprano y su importancia en el desarrollo psíquico.
Termina este artículo diciendo: “Y para terminar, una buena relación consigo mismo condiciona el amor, la tolerancia y la buena disposición hacia los demás. En parte esta buena relación deriva, como intenté demostrar, de una actitud amistosa, comprensiva y afectuosa hacia los demás, o sea hacia aquellos que tanto significaron para nosotros en el pasado y cuyo vínculo con nosotros integra nuestra mente y personalidad. Si en lo más hondo del inconsciente logramos superar los rencores contra nuestros padres y perdonarles las frustraciones que debimos sufrir, podremos entonces vivir en paz con nosotros mismos y amar a otros en el verdadero sentido de la palabra”. Coloca al sí mismo en primer lugar, para luego poder relacionarlo de manera más adecuada con la pareja e hijos. Issacs, Heimann y Segal hacen excelentes análisis de la obra de MK, un autor menos conocido, más reciente es Petot.
REFLEXIONES FINALES.
He planteado en este breve ensayo de algunas críticas a la Teoría Psicoanalítica original de Freud, tiré un poco de “agua sucia” y reparé la “tina”, el niño se conserva fuerte y sano. Los aspectos fundamentales se mantienen pues es una teoría científica. Destaqué algunos aspectos de los desarrollos teóricos y técnicos de Klein que me parecen importantes para el trabajo grupal con niños y adultos. Tal vez me quedo en que “para muestra basta un botón”, sin embargo son aspectos sintéticos de lecturas y relecturas de las obras mencionadas. Pequeñas reflexiones que hago después de 33 años de práctica psicoanalítica clínica individual y grupal, de docencia y supervisión psicoanalíticas y de otras prácticas fuera totalmente de la clínica y la enseñanza como es el trabajo institucional y de creación colectiva, siempre con mi marco teórico psicoanalítico, con diversas técnicas, algunas muy innovadoras, a veces poniéndolo a dialogar a la teoría psicoanalítica con otras teorías y técnicas.
La Teoría Psicoanalítica es una ciencia muy joven es un bebé científico, vendrán nuevos y magníficos desarrollos, técnicas aceleradoras del proceso psicoanalítico clínico, pero como toda ciencia, los principios originales se mantienen, hay que volver a releer a Freud y a Klein, encontrán gratas sorpresas. Tenemos una responsabilidad social: poner esta magnífica ciencia al servicio de las mayorías no patológicas que constituyen el 89% de la población mundial, recordemos que en salud en general y en salud mental en particular es mucho mejor hacer prevención, se evitarían muchos padecimientos que luego nos toma tanto tiempo en revertir. Tenemos mucho que decir en la educación sexual, en las relaciones de pareja y familia, en las relaciones humanas en general. Fuera de la clínica considero que nuestra ciencia tiene una técnica contemporánea para el conocimientos del sí mismo, en ocasiones en el encuadre planteo a las personas que buscan psicoanalizarse conmigo, que el trabajo psicoanalítico individual o grupal es una carrera sobre sí misma o sí mismo.
Además se han desarrollado técnicas grupales de aplicación en la enseñanza como el grupo operativo de enseñanza aprendizaje y otras. Esa es otra responsabilidad la aplicación de la teoría y técnicas psicoanalíticas en otros ámbitos fuera de la clínica. Por último decir que la salud mental es un derecho humano, por lo tanto, también debemos luchar porque nuestra ciencia sea puesta al servicio de toda la población, hoy las instituciones de salud mental están dominadas por la psiquiatría tradicional y el conductismo, tal vez porque nos quedan todavía resquicios de secta. Por eso me da mucho gusto que cada vez son más personas las que se forman en AMPAG, que trabajan en las instituciones de salud mental.
Se me olvidaba que hay una recomendación de Freud que no todos los colegas cumplen que es el reanálisis, Sigui recomendaba que cada 5 años tuvieran los psicoanalistas un reanálisis, como estamos en México, yo lo recomiendo cada sexenio, nuestra profesión tiene riesgos, no caigamos en que “en la casa del herrero azadón de palo” o ser “candil de la calle y oscuridad de la casa”.
Muchas gracias.
BIBLIOGRAFÍA.
Freud S. Obras completas.
Melanie K. Obras completas.
[1] Freud S. (1905), “Tres ensayos de una Teoría Sexual”, Amorrortu Editores, 5ª Edición, Argentina, 1993.
[2] Klein M. “Principios del Análisis Infantil” (1923 1930), remitirse a las obras completas, ya que hay diversas ediciones, incluso ahora en Internet.
[3] (Ibíd.)
[4] Klein M. “Amor, Culpa y Reparación” (en algunas ediciones esta traducida como Odio en vez de Culpa), psikolibro.blogspot.com
[5] (Ibíd.) Pág. 4
[6] (Ibíd.) Pág. 9
[1] Freud S. (1919) “Pegan a un niño”. Obras completas, en algunas notas daré las páginas de la edición de Amorrortu, sin embargo, dado que hay diversas ediciones, incluso en “Psikolibros” de Internet me limitaré a citar la obra.
[2] Freud S. (1905), “Tres ensayos de una Teoría Sexual”, (Pág. 145), Amorrortu Editores, 5ª Edición, Argentina, 1993. Pág. 145.
[3] Freud S. (1919) “Pegan a un niño”. Obras completas
[4] (Ibíd.) (Pág. 186)
[5] Freud S. (1905), “Tres ensayos de una Teoría Sexual”, (Pág. 132), Amorrortu Editores, 5ª Edición, Argentina, 1993.
[6] (Ibíd.)
[7] (Ibíd.) Pág. 137
[8] (Ibíd.) Pág. 138
[9] (Ibíd.) Pág. 141
[10] (Ibíd.) Pág. 144
[11] (Ibíd.) Pág. 148
[12] Freud S. (1919) “Pegan a un niño”, (Pág. 186), Amorrortu Editores, 5ª Edición, Argentina, 1993.