El narcisismo de Enrico Caruso, una cadena que funde la sangre en las venas

Ana María Terán Olin Resumen El objetivo principal del texto es alumbrar los caminos por los cuales el Narcisismo busca insistentemente revivir los gloriosos días del “yo ideal”, con el enamoramiento, el narcisismo busca una y otra vez el reencuentro con la persona amada, y con este hecho, la experiencia de completud. Por otra parte,…


Ana María Terán Olin

Resumen

El objetivo principal del texto es alumbrar los caminos por los cuales el Narcisismo busca insistentemente revivir los gloriosos días del “yo ideal”, con el enamoramiento, el narcisismo busca una y otra vez el reencuentro con la persona amada, y con este hecho, la experiencia de completud.

Por otra parte, el “ideal del yo”puede hallar fuerza en la experiencia estética. El arte y la belleza pueden ser un oasis en las aguas inmensas de la realidad, que inspiran contemplación, goce y disfrute de las innumerables experiencias de la vida. 

Intentaré ilustrar este tema con una breve biografía del Tenor Napolitano Enrico Caruso y con la historia de la composición del aria “Caruso” del compositor Lucio Dalla. Al parecer este tema se basa en la historia de la última declaración de amor de Enrico Caruso a una joven a la que enseñaba canto en el puerto de Sorrento, en los últimos meses de vida del tenor, a consecuencia de una enfermedad de cáncer terminal en la garganta.

Palabras clave: Narcisismo, yo ideal, ideal del yo, experiencia estética.

Summary

The main objective of this text is to reveal the paths by which Narcissism insistently seeks to relive those glorious days of the «ideal self» with falling in love, narcissism seeks again and again the reunion with the beloved, and with this fact, the complete experience.
On the other hand, the «ideal of the self» can find strength in the aesthetic experience. Art and beauty can be like an oasis in the immense waters of reality, which inspire contemplation and enjoyment of the innumerable experiences of life.
I will try to illustrate this subject with a brief biography of the Napolitano Tenor Enrico Caruso and with the story of the composition of the aria «Caruso» by the composer Lucio Dalla. Apparently this theme is based on the story of the last declaration of love of Enrico Caruso to a young girl who taught singing in the port of Sorrento, in the last months of the tenor’s lifte, as a result of a terminal cancer disease in throat.

Keywords: Narcissism, ideal self, ideal of self, aesthetic experience.

Biografía de Enrico Caruso

El Tenor Enrico Caruso nació el 25 de febrero de 1873 en Nápoles, Italia, en el seno de una familia humilde, fue el tercero de siete hermanos, hijo de Marcellino y Ana. Los padres de Caruso tenían diferentes expectativas sobre el futuro de su hijo, el padre quería que fuera mecánico como él y la madre quería que asistiera a la universidad.

En vista de que cada uno tenía un plan diferente para su hijo, acordaron de manera cordial y amistosa que Caruso ayudaría a su padre en el taller mecánico, mientras que por las tardes estudiaría la primaria en la escuela de San Juan. El director de la escuela era Sacerdote y se distinguía por enseñar canto a sus estudiantes y llevarlos a participar en los coros de las iglesias, la voz de Enrico destacó rápidamente entre el coro infantil, motivo por el cual fue el más solicitado para cantar en algunas iglesias de Italia.

Cuando el cantante contaba con 15 años, fue invitado a ser titular del coro en una boda en la iglesia de San Severino, la iglesia más grande y reconocida por los habitantes de la ciudad, sin embargo, en esa ocasión el chico no estaba interesado en cubrir el evento, él quería quedarse en casa para cuidar a su madre enferma, la cual lo convence de ir y cumplir con su responsabilidad.

Caruso obedece la instrucción de su madre y mientras él cantaba en esa imponente iglesia, frente a esas imágenes alargadas, estáticas, frías, virginales, con semblantes blancos en esa representación del sufrimiento, misericordia y compasión para el ser humano, su madre muere, este suceso pudo haber marcado la vida de Enrico, representando mediante el canto el sufrimiento que le causó la muerte de su madre.

¿Qué habrá sentido Caruso?, intentemos por un momento imaginar en el aire, los versos y las notas musicales que flotaban en un baile armonioso alrededor suyo, entre los rayitos de sol que se colaban por los altos vitrales de la iglesia, sus sentidos y su piel estimulada, evocaban las emociones del cantante, fantaseando con la vida que en ese momento escapaba del aliento de su madre y la muerte que silenciosamente la acogía en sus brazos; marcando así el lugar, el momento, el sentimiento, el placer por los cantos que emanaban de su garganta, fluyendo el miedo y él sufrimiento por no estar al lado de su adorada madre.

A causa del inesperado fallecimiento de Ana, Enrico decide colocar sobre la cabecera de su cama su foto, pudiendo haber sido esta la persona más importante de su vida. Por su parte, Marcelino volvió a casarse al poco tiempo de haber fallecido su esposa.

A pesar de que el tenor sufre por un largo tiempo el duelo de la lamentable muerte de su madre, sale a las calles de Nápoles a pedir oportunidades para cantar, en iglesias, fiestas privadas, serenatas y bares, tal vez motivado por la ternura y consuelo que encontraba en las mujeres para las cuales cantaba. Corría el verano de 1897 cuando comienza sus estudios de vocalización musical con el maestro Guglielmo Vergine, consiguiendo audicionar para el compositor Italiano Giacomo Puccini en una de sus obras más representativas, la Boheme, Caruso soñaba representar el papel principal de Rodolfo, cuentan que cuando Caruso termina de cantar para la audición, Puccini pregunta, “¿quién te envió a mí? ¿Dios?”.

A partir del papel de “Rodolfo” en la Boheme, la vida de Caruso da un giro y comienzan los éxitos: las óperas, el glamur y el dinero que le acompañara toda su vida, quizás para el tenor la recompensa más dulce fue el seducir a las actrices que cantaban con él, así conoce a la soprano Ada Giachietti, juntos representaban los papeles de dos amantes en la Boheme, Rodolfo y Mimi. Enrico se sintió atraído por la belleza de Ada, sin embargo, la soprano era casada, así que el tenor voltea sus ojos hacia Rina, hermana menor de Ada, la cual es soltera y a la vez, tan hermosa y talentosa como su hermana mayor.

Sin embargo, la magia de la ilusión, los sueños, las esperanzas de la emoción del primer beso, el ardor de los celos, la nostalgia y la pérdida en la obra de Puccini, la Boheme, propiciaron el ambiente perfecto para que Ada y Caruso se enamoran, la pasión con la que se fundían en el teatro se continuab en casa, naciendo entre ellos una turbulenta relación amorosa.

En síntesis, Enrico y Ada se conocen en el teatro y se gustan, pero Ada es casada así que el tenor comienza a cortejar a Rina, hermana de Ada, sin embargo, la fantasía por el amor prohibido (2) triunfa llevando a Ada y Caruso a mantener una relación extramarital, donde cabe mencionar que el esposo de Ada por razones personales que desconocemos no defiende su honor. Al cabo de un año del romance nace el primer hijo de Caruso y Ada, a quien le nombran Rodolfo, por el personaje de la Boheme, la ópera donde se conocieron y se enamoraron.

Como se ha dicho Caruso triunfaba en todas las óperas que representaba, el público en Nueva York amaba su poderosa e inigualable voz, estremecía y emocionaba a todo aquel que lo escuchara. Los elegantes y suntuosos teatros se llenaban de vestidos largos, joyas y elegantes esmóquines, los asistentes aclamaban su voz y su actuación, en especial en el teatro Metropolitan Opera House donde Caruso protagonizaba espléndidamente el dolor de la tragedia operística en obras como Rigoletto, la Boheme, Carmen, Madame Buterfly entre otras, enmarcándola con su casi perfecta voz salida de lo más profundo de su alma.

En contraste con lo que sucedía en América, algo pasaba con su Nápoles querido. En una ocasión fue contratado para cantar en el faustoso teatro de San Carlo, el público comenzó a abuchearlo, tal vez sus compatriotas nunca dejaron de ver a Caruso como aquel chico que por las tardes recorría las iglesias y las calles en busca de una oportunidad para cantar, en consecuencia, por la falta de apoyo del púbico que lo vio crecer, el tenor promete no volver a Nápoles para cantar, solo regresaría para comer espagueti.

Deseo subrayar que el tenor no se detiene ante este suceso, él continua su camino y sus viajes con rotundos éxitos en América, Ada lo acompaña en estos viajes y aunque no eran casados, la gente los nombraba con cariño y respeto “señor y señora Caruso”. Por lo que se refiere a la industria de la música, Caruso marcó una nueva era, sus canciones quedaron grabadas por primera vez en un disco de 78 rpm en RCA Victor; además de la voz del cantante, Enrico también era reconocido por sus dibujos, hacia caricaturas que dejaba en camerinos, utilizando servilletas, paredes y mesas, dando rienda suelta a su imaginación, los bocetos eran temas libres sobre situaciones que en ese momento vivía el cantante.

Mientras tanto, después de una gira, ya de regreso a Europa, recibe la terrible noticia que su padre había muerto, y se entera también que Ada, la madre de sus hijos, huyó con el chofer, (3) debió haber sido un terrible golpe para Caruso, por un lado, la muerte de su padre y por el otro, el abandono de su mujer. Así que, ante esos sucesos, el tenor lleva a Rina a su casa para que le ayude con el cuidado de sus hijos, mientras que él se dedica con más ahínco a su carrera, decía que “se había convertido en una máquina para hacer dinero”, no percibía que valoraran al hombre atrás de la voz,  probablemente sentía que solo veían en él a su garganta, la cual ya había vendido a los empresarios, así como Fausto se vendió a Mefistófeles.

En cuanto al dolor que sentía por la decepción y el abandono de Ada, lo transmitía representando como nadie el dolor del payaso de Canio, en la obra  Pagliacci,(4) en una ocasión lo vieron llorando en su camerino y le preguntaron ¿qué le pasa maestro?, él contestó, “Caruso siente demasiado” (5), sentía que tenía pocas oportunidades para ser feliz.

Por el contrario, el 20 de agosto de 1918, a la edad de 45 años, en una de sus largas giras por América conoce a Dorothy Park Benjamín una joven de 20 años que había vivido durante casi toda su vida en un convento, al conocerla Caruso ve en ella la posibilidad de tener una sola mujer (5), y sin pensarlo mucho, decide abruptamente casarse con ella. Regresa de la gira ya casado con Dorothy, a su hogar con sus hijos.

En definitiva, su vida había cambiado, no sólo tenía el amor de su nueva esposa, la gente lo quería como actor y cantante, y no solo eso, también lo querían como hombre. Es posible que el tenor se ganara el respeto y cariño de las personas, ya que, al regreso de sus giras, pedía camiones de arroz, frijol y despensa para repartir entre sus seguidores.

A pesar de esta buena etapa para Enrico y de que él sonreía mucho, comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, al poco tiempo una parte de sus pulmones se vio infectada como consecuencia de un resfriado mal cuidado, así que, el 3 de diciembre de 1920 mientras entonaba un aria del primer acto de la ópera comenzó a toser de manera extraña, por lo cual su staff de producción le pasaba pañuelos, mismos que regresaba bañados en sangre, sin querer interrumpir la actuación, continuo hasta terminar la gira con tres presentaciones más. Como consecuencia de este hecho, en los siguientes meses fue operado siete veces a causa de abscesos pulmonares, su salud estaba fuertemente agravada y al poco tiempo, ya no pudo cantar más, nuestro gran tenor había desarrollado un cáncer en la garganta, y pasa sus últimos meses en el Hotel Excelsior Victtoria, en el puerto de Sorrento, sin embargo, quiso continuar haciendo lo que más le gustaba, cantar, así que, durante este tiempo dio clases de canto a una joven de procedencia desconocida.

Finalmente, una tarde, se encontraba muy cansado y débil por los estragos de la enfermedad, sin embargo algo lo llenó de fuerza y lo impulsó para salir al balcón y cantar, tal vez el reflejo de unos ojos verdes brillantes llenos de amor y admiración por aquel hombre que tantas veces le cantó al amor dándole vida a todos aquellos personajes de la opera que interpretó.

Pidió que le colocarán el piano en el balcón del hotel, Caruso amaba cantar y esa tarde esos ojos llenos de luz, fueron su inspiración; al fondo el cielo, en un atardecer, con esos matices de color rosa, azul, naranja, el sol escondiéndose y la luna respingando; el mar maravilloso, inmenso e interminable mar, como fuente de vida, las olas meciéndose en un vaivén y los pescadores a la orilla con manos gruesas, ásperas, lanzaban sus redes para capturar la escena.

Enrico canta, como nunca, a aquella joven, liberando según la canción “Caruso” estas palabras “Te quiero mucho, pero mucho, mucho, sabes… es una cadena ahora que funde la sangre en las venas”. (6)

Diálogo con el Narcisismo

¿Narciso, oh narciso. qué miras en el fondo del agua? será tu reflejo que te conecta a tu “YO”, a ese “Yo”, que no fuiste tú, ¿qué fue de tu primer amor?, con estas interrogantes pretendo decir que Enrico Caruso posiblemente resignó el vínculo de la realidad a raíz de la muerte de su madre, cancelando el vínculo erótico con ella, pero conservándolo en la fantasía, a través del canto; sustituyendo los objetos reales como su madre, su primera espectadora, esos ojos enternecidos, soñadores, que lo miraban y lo admiraban, fueron cambiados por los objetos “imaginarios”, la música, el arte, el drama operístico y el dibujo para perseverar su recuerdo, como aquellas imágenes virginales de las iglesias para las que él cantaba, mezclando, por un lado lo imaginario; y por el otro, las personas con las cuales iba relacionándose.

Además, los padres de Caruso discutían sobre el futuro de su hijo, mecánico decía el padre, la madre quería que asistiera a la universidad y él; decide cantar, la palabra tenor viene del latín tenere “sustentar”, es la voz más aguda de las voces masculinas con un timbre claro y brillante; tal vez desde su pecho resonaba lo que  él quería ser, pero ¿quién él?, ¿el otro?; Acaso nuevamente él de afuera, ¿el del primer amor?, como paradoja defendiendo lo que el tenor pensaba que era solo suyo, su pasión por la música.

Consideremos esta hipótesis, es probable que el deseo por el canto, pudo haber nacido a expensas del deseo de sus padres, la libido sustraída del mundo exterior, mecánico o universitario según los deseos de los padres para cambiar su condición de vida, fue conducida al “YO”, a fin de satisfacer ese estado de completud, y como resultado, surge un narcisismo con un poco de delirio de grandeza, posiblemente desde el comentario de Puccini cuando pregunta, “¿quién te envió a mí?, ¿Dios?”.

Por otro lado, la experiencia estética consigue en la música la liberación de la libido por la palabra de los cantos, en ese tono de voz peculiar del tenor, entre masculina y aguda como si al interpretar sostuviera a sus padres y los soltara, dejándolos fluir mágicamente en su garganta, en armonía. De igual manera en la actuación, es probable que Enrico relacionará el canto con la muerte de su madre y como consecuencia pudo interpretar de manera precisa esas obras de drama y tragedia operística, sus padres fueron sin duda, los ideales y la inspiración para el tenor.

De manera semejante en el amor, su madre, el primer y único amor, y de ahí, como dijo en su canto, “es una cadena ahora que funde la sangre en las venas”, teniendo en cuenta que la cadena o ruta, son esos años de reencuentro con el amor de Caruso, pongamos por caso que cada una de esas parejas que compartió la vida con el tenor le permitían entrar a esa dimensión de recuperación, igualmente al cumplirse esa serie de condiciones libidinales, como el aplauso, el reconocimiento, el éxito, la fama, la elegancia y la opulencia, saciaba su potencial curativo por la pérdida de su primer amor.

Hay que mencionar, además que Ada Giachetti lo miraba con admiración, Rina también queda atrapada, en un juego prohibido, Dorothy Park Benjamín, la toma como esposa argumentando que “quería sólo a una mujer para él”, como si recalcara desde su interior la idea de que solo pensaba en su primer amor, no obstante la última dama de procedencia desconocida, la de la canción en el puerto de Sorrento, con esos ojos en los que se sumía y encontraba el dulce néctar del amor primario, posibilitando al Narcisismo a ese reencuentro con la persona amada y por la sensación de haberlo recuperado.

Conclusión

Al parecer albergamos siempre el sufrimiento de la pérdida de ese gran y único amor, así mismo para mitigar el dolor de la falta, nos vemos incitados a relacionarnos una y otra vez motivados por el impulso del poder curativo de nuestra herida narcisista y por otro lado sentir por un instante que se recupera a ese primer amor. En este sentido, puede resultar una gran paradoja, ya que el narcisista en el amor se enamora del propio “YO” y no de la pareja que se tiene enfrente.

Por eso dice Freud, “Si amas sufres y si no amas enfermas”, S. Freud, (1914), amar para restaurar, aunque en la perdida se sufra como dice Botho Strauss, en la película infiel, Ingmar Bergman, “No hay ningún fracaso ni la enfermedad ni la ruina profesional o económica que afecte tan cruelmente al subconsciente como un divorcio, penetra hasta el núcleo de la angustia resucitándola, la herida provocada es más profunda que toda una vida”.

Notas al pie.

  • ARIA, Composición musical para voz solista, generalmente con acompañamiento instrumental, que es independiente o que forma parte de una composición mayor, como una ópera, un oratorio o una cantata.
  • No es tema de este trabajo, pero podríamos detenernos a pensar un poco en el texto de Freud “sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa”
  • Aparece nuevamente el tema de Freud “sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa”
  • Pagliacci, La obra relata la tragedia de un esposo celoso y su esposa en una compañía teatral de la comedia del arte.
  • Siente demasiado, podemos traducir esta expresión a sufre demasiado
  • Video https://www.youtube.com/watch?v=tRGuFM4DR2Y

Bibliografía

Bergman, I. (Dirección). (2000). infiel [Película].

Dalla, L. (1986). Caruso [Grabado por L. Pavarotti]. Italia.

De la Llera, G. (s.f.). Muerte de Enrico Caruso, historia de un error médico . Obtenido de Facultad de Ciencias Médicas: http://www.sld.cu/galerias/pdf/uvs/cirured/muerte_de_enrico_caruso.pdf

Freud, S. (1914). Introducción al Narcisismo. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.

Maquet, J. (1999). La experiencia estética. Madrid, España: Celeste ediciones.

Mayoral, M. (25 de Febrero de 2013). Caruso y Lucio Dalla. Obtenido de http://www.dantezaragoza.com/2013/02/25/caruso-y-lucio-dalla/

Pérez, C. (23 de Mayo de 2017). «Caruso” La cancion .. una fascinante historia de amor. Obtenido de https://cuandolamusicaesmagia.wordpress.com/2017/05/23/2216/

Caicedo, Geovanny. [Geovanny Caicedo]. (2015, agosto 04). Biografía Enrico Caruso [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=pYX_ASmwoVc