Dos semblanzas de psicoanalistas.
Alfredo Stefano Castro Enríquez[1]
ATRIBUIR LAS PROPIEDADES: AGUSTÍN PALACIOS.
Por eso el psicoanalista tiene que funcionar, en el trasfondo de la contratransferencia que funge como ambiente facilitador del desarrollo progresivo del enfermo, como una madre relativamente sana que cobija la marcha extemporánea de ese ego que quedó detenido cuando niño
El psicoanálisis es tan sólo una ventana de observación, no la mejor ni la peor, pero ciertamente valida y muy aplicable al estudio de la conducta normal y anormal del ser humano. No es, ni necesaria ser, una ciencia exacta; tiene la variabilidad caleidoscópica que es privativa del hombre, de allí lo apasionante de su práctica y lo incierto de su descripción
Agustín Palacios López
Contaba sobre él una paciente suya: “Lo recuerdo no solamente por sus atinadas y cálidas interpretaciones, lo evoco también por su sabiduría, su brillantez. También está presente en mi memoria su elegancia manifestada en todos sus movimientos, en su arreglo personal, en sus palabras, en su cultura, también lo recuerdo por lo interesante de sus clases, sus libros y su profundo conocimiento de la teoría y la técnica individual y de grupo, se sabía de memoria los textos y le tenía una gran pasión a Freud, siempre respetándolo”.
México tierra de cosas enormes, objetos, lugares, joyas arquitectónicas, hotel del resto del mundo. En planas sobre el conocimiento no es la excepción, intelectuales de todas tallas y temas han surgido de este bello país, soy fanático de los homenajes, semblanzas y biografías de los grandes, tal como hoy me toca a mí hacerlo, sin que mi conocimiento sobre tal tema pueda extenderse para muchas hojas. Digamos que este escrito es la cáscara de la vida de este hombre extraordinario.
El doctor José Cueli refiere: “es uno de los más destacados maestros del pensamiento latinoamericano, e internacional”. Sus libros, trabajos y nombramiento, lo atestiguan: Vicepresidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional, presidente de la APM y de la Sociedad Mexicana de Neurología y Psiquiatría, ha sido maestro, analista didáctico, supervisor, investigador y cofundador de AMPAG (Palacios, 1991). El presente es un homenaje para el Dr. Agustín Palacios López, homenaje realizado por una persona que no fue alumno directo del psicoanalista mexicano, simplemente un lector honesto de su vida y obra.
La obra de Palacios, a grandes rasgos, se puede dividir en dos campos: la técnica, y la psicopatología (específicamente la detención del desarrollo emocional). Siendo así un autor original sobre técnica psicoanalítica, en términos grupales e individuales, no sólo escribió libros enteros sobre ellos, sino que, realmente hizo contribuciones y abonos hacia lo mismo.
Bajo este mismo tema de la técnica, el autor propone dos tipos de psicoterapia: una restitutiva y otra reparativa. Todo esto, según sean las ambiciones, objetivos y, recursos tanto del terapeuta como del paciente, así como del programa institucional o privado, según se encuadre (Palacios, 1991).
Su estudio y dominio sobre el tema lo llevó a proponer una nueva entidad psicopatológica llamada seudosimbiosis. Así, reafirma aquella propuesta de que la detención del desarrollo emerge – según Mahler – en la subfase de re-aproximación. Mientras tanto continúa estudiando puntualmente las contratransferencias dichas por Racker. Esto lo dejó apuntado en su monumental obra, psicoanálisis de la detención del desarrollo emocional.
El doctor José Cueli al referirse al estudio sobre psicopatología limítrofe escrita por Palacios, comenta: “Agustín enfatizaba que gracias al inconsciente entrenado y preparado del terapeuta, éste se conectaba con el del paciente, determinando un ritmo sincrónico que permitía la diferenciación y organización de algunas variantes y funciones, problema de gran dificultad ya que el lenguaje debe también integrarse a ese ritmo, puesto que en estos trastornos tiene formas particulares de expresarse: hablan sin explicarse, pero dando por sentado que siempre son comprendidos”.
Las palabras, más que la expresión de una comunicación simbólica, son vehículos de una solicitud de simbiotización y expresión de un vínculo muy análogo al balbuceo del bebé cuando juega con la madre; por eso la necesidad de hablarle al paciente desde él y si es posible utilizando sus mismas palabras, tonos y ritmos, hasta conseguir que progrese de una fase pseudosimbiótica a la diferenciación en la que es capaz de “hablar con el analista”, dejando el monólogo para hablar de nosotros. O sea, tener conciencia que al no tolerar la separación gradual, quedó fijado en una comunicación preverbal de una manera siniestra, carente de significado simbólico. La tesis de Palacios era que los enfermos con trastornos de detención del desarrollo, acercamientos y alejamientos, son complejos. Los contactos terapéuticos espontáneos y propositivos en la búsqueda de que los intentos de resimbiotización no obstaculicen el libre discurso de la urgencia biológica del individuo de crecer de forma libre y separada (Cueli, 2012).
En 1998 escribe La formación del psicoanalista, libro a mi juicio de gran valor, por su enfoque local y quizá único en este país, un libro que cubre los requisitos para ser un clásico en el tema de análisis didáctico. También, compilador de un libro en conmemoración de cien años de la aparición del psicoanálisis, gestado por el Museo Sigmund Freud de la APM, en donde demuestra ser un estudioso de la vida y obra Freudiana, en el cual, también, escriben colegas suyos entre los que destacan la Dra. Pontón, Del Valle, los Drs. Valencia, Castro, Césarman, Cueli. Otro libro de vasta relevancia es: Técnica de grupo en psicoanálisis, en que realizará una crónica del desenvolvimiento de la psicoterapia grupal, sin embargo, nunca menciona quienes nombres, lo cual, para mí, es muy original, ya que a la par de que relata lo sucedido, el doctor elige explicitarnos los eventos a través de la teoría. Dicha teoría remonta a autores del análisis grupal como: Zetzel, Schilder, Zimmerman y, desde luego el legado del doctor José Luis González.
Palacios tiene la inteligencia de realizar sus propias contribuciones teóricas tomando como base los autores mencionados. Aquellos que hemos tenido la dicha de pertenecer a un grupo tanto como facilitadores o como integrantes, pudimos percatarnos de que se describen un sinfín de fenómenos que ahí toman lugar, me sentí plenamente identificado con lo allí descrito, y varias veces dije: “eso a mí me paso”.
Su labor intra societaria fue incansable, culminando grandes ambiciones. Docente de varias generaciones de analistas, psicoterapeutas y psiquiatras. Colegas de enormes personalidades, supervisor y analistas de personas pilares hoy en día. Autor de alrededor de siete libros, coautor de algunos más, escritor de numerosos artículos publicadas por instituciones médicas y psicoanalíticas.
El Doctor Agustín Palacios López fue Médico egresado del IPN, psiquiatra, psicoanalista de grupo e individuos, formado en la Universidad de Texas, APM y AMPAG, instituciones en las que también fue docente. Fue un fiel seguidor de las ideas, en primer término de Freud, Klein, Winnicott, Bion, Mahler y, otros más contemporáneos como Searles, Racker, Greenacre, Giovachini, entre muchos más. Bien pudiéramos considerarlo un psicopatólogo, y sobre todo, un autor sobre técnica.
El maestro fue maestro de maestros, creador además, de los siguientes libros: Psicoanálisis, la técnica; Teoría de la técnica psicoanalítica; El divorcio y los segundos matrimonios; y Temas dialécticos en psicoanálisis. Cabe destacar que el doctor Palacios perteneció a la primera generación formal del Instituto de psicoanálisis de APM, sus compañeros fueron los doctores: Luis Moreno Corzo, Arizmendi, Jaime Cardeña, Ricardo Díaz Conti, Díaz Infante, Roger H. García, Mendizabal, Guillermo Montaño, Héctor Prado Huante, Mauro Torres y Gregorio Walner.
Por si fuese poco, siempre se mantuvo al margen de ciertas tareas con el objetivo de que el psicoanálisis siguiera existiendo y su extinción no se llevará al acto, así mantuvo una faceta activa en la tarea de futurólogo, dejó apuntado: “Los tiempos han cambiado en corto lapso y es posible que nuestros ojos curiosos no deban confinarse al consultorio, sino contemplar fenómenos masivos que nos agobian y que sólo parecen ser ajenos a nuestro dominio conceptual”.
Continúa: “la revolución psicoanalítica está en peligro de sufrir el destino de otras tantas revoluciones: caer en el estatismo de lo establecido”. Concluye: “al afiliarse a la intelectualidad conservadora, el psicoanalista ve restringida su capacidad de cuestionamiento” (Palacios, 1978).
Quiero terminar con algunos versos que le escribió la doctora Griselda Sánchez Zago el día de su partida, versos que dimensionan los horizontes de la personalidad en cuestión:
El Dr. Agustín Palacios López falleció en la ciudad de México, la misma que lo vio nacer, el pasado 16 de Noviembre, en plenitud de facultades y preparado para salir a dar su entrañable Seminario de los miércoles.
Siendo un niño, perdió a su padre por apendicitis aguda, evento que lo signó para seguir la carrera de Medicina. Fue un alumno brillante en el Instituto Politécnico Nacional, el primero en ganar una beca para seguir una formación de posgrado en la Universidad de Texas en Galveston.
Ahí, entre 1950 y 1954 se hizo Neuropsiquiatra bajo la tutela del Dr. Titus Harris -nombre que lleva el Instituto de Psicoanálisis- ,un agudo clínico que lo orientó a buscar la cura de la psicosis más allá de las fenotiazinas y los electrochoques, cuando apenas debutaban.
Su gran inquietud intelectual lo trajo de regreso a México, y encontró, en las voces de Frida Zmud, José Luis González, Ramón Parres y José Remus, el eco de su propia búsqueda en el Psicoanálisis.
Formó parte de la segunda generación de analistas de APM, su hogar y su Alma Mater, de la que siempre mantuvo el rumbo y la lealtad. Fue su Presidente de 1978 a 1980 y durante su gestión, se integraron a la formación analítica a los Doctores en Psicología, un gran logro que permitió capitalizar al Centro de Estudios de Posgrado como la gran veta que es hoy día en el crecimiento del Psicoanálisis en México.
Con el corazón puesto siempre en APM, aspiró y alcanzó la Vicepresidencia de la IPA, donde impulsó el Psicoanálisis latinoamericano con una pasión y un compromiso sin precedentes. Ningún cisma, ninguna disidencia lo hicieron dejar de confiar en su institución y en sus compañeros y alumnos, y murió soñando con verla crecer en todos los sentidos. Como sentenció un analizando suyo y analista didáctico: «Lo malo es que nos deja el ejemplo». (Zago, 2012).
El doctor Palacios falleció en noviembre del 2011, al año siguiente, en el 2012, en la Asociación Psicoanalítica Mexicana rindieron un cálido y merecido homenaje al doctor. “Honor a quien honor merece”, fue el común denominador del sentir de los integrantes en la mesa redonda durante el homenaje. Dicha mesa estuvo conformada por los Dres. Griselda Sánchez, José Cueli, José Luis Islas, Salvador Rocha, José Luis Salinas y Alfredo Valencia. En este espacio se recordó las cualidades del doctor no sólo como el gran psicoanalista, supervisor y maestro que fue, sino por sus gran humanidad y enorme sensibilidad que lo llevaron a ganarse el respeto, admiración y cariño de todos quienes lo conocían (APM, 2012).
REFERENCIAS
Asociación Psicoanalítica Mexicana. (2012). Homenaje al doctor Agustín Palacios. Extraído el día 6 de marzo del 2017 de http://boletinesapm.blogspot.mx/2012/06/homenaje-al-dr-agustin-palacios.html
Cueli, J. (2012). Agustín Palacios, terapeuta. La jornada semanal. Extraído el 6 de marzo del 2017 desde: http://www.jornada.unam.mx/2012/02/05/sem-jose.html.
Palacios, A. (1975). Técnica de grupo en psicoanálisis. México. La prensa Médica.
—————- (1978). Carta del presidente de la APM. Cuadernos de psicoanálisis. Volumen XI. Números 3 y 4.Julio-Diciembre. Asociación Psicoanalítica Mexicana. México. D.F
—————- (1998).La formación del psicoanalista. Asociación Psicoanalítica Mexicana. México. D.F
—————- (1998). Freud: su legado un siglo después. Sansores y Aljure. APM. México. D.F.
—————- (1991). Psicoanálisis de la detención del desarrollo emocional. México. D.F. Hispánicas.
Zago, G. (2012). Recordando a nuestro querido Dr. Agustín Palacios. Boletín Electrónico de la APM. http://boletinesapm.blogspot.mx/2012/01/recordando-nuestro-querido-dr-agustin.html
CONJUGANDO LA VASTEDAD DE UN REFORMADOR
Memorando al doctor Dupont.
Sinopsis: Pretendo exponer una semblanza del Dr Marco Antonio Dupont Muñoz, recalcando su creatividad, mismas que van desde lecturas específicas hasta proponer modalidades de tratamiento psicoterapéuticas, sin dejar de lado su especial modo de literatura y, desde luego, su labor societaria e institucional.
La metabolización de los contenidos en el continente deberán ser elaborados más avanzadamente, menos motivos y más racionales
Marco Antonio Dupont Muñoz.
PREÁMBULO
Cuando un ser querido se va y dice adiós a la vida, plantea una situación pesada para nuestro andar, ver aquella persona que ya no está dónde suponíamos estaría siempre, deja un vacío, un vacío interior y exterior, una confusión entre ausencia y presencia cotidiana, este partir, actúa como una confusión real e imaginaria que contiene tristeza, angustia e ironía, entre algunos otros sentimientos inefables. Por ahora pienso en un homenaje hacia este gran clínico, el doctor Marco Antonio Dupont Muñoz. Estas líneas son mera representación, símbolo de aquellas personas que se han ido.
Este trabajo intenta dar constancia de su capacidad de interrelación, de interjuego, de constancia. Vastedad como concepto de grandeza, de suficiencia, de riqueza y, reformador protagonista de la revolución de pensamiento, diferencia, inclusión.
México tierra de enormes cosas, objetos, lugares, joyas arquitectónicas, hotel del resto del mundo. En planas sobre el conocimiento no es la excepción, intelectuales de todas tallas y temas han surgido de este bello país. Digamos que este escrito es la cáscara de la vida de este docto.
CONCEPTOS, OPINIONES E HIPÓTESIS
Dejo apuntada la idea de que algunos de los fenómenos que son la raíz de la cultura, como el proceso creativo y el de la simbolización, encuentran su fuente original en el esfuerzo de recuperación del objeto perdido, pero en forma genérica y prospectiva (Dupont, 1976). Es de esta manera que el doctor Dupont constituye su teoría clínica, ocupando un lugar especial de lo suscitado en el setting, de inmediato se lee el interés hacia el fenómeno de la identificación proyectiva, concibiendo a ésta más abarcativa y dimensional, como una ruta de comunicación, es decir, como una teoría de la comunicación, siendo ambiciosos, una ontología del lenguaje.
El maestro siempre vio al interior, recogía sus afectos y cogniciones según avanzaba la hora analítica. En él, era siempre constante el registro interno que dictaba la unidad dialéctica entre lo propio y lo externo, es decir, pensó con los ojos, a la vez que, oía con la mirada. Ello lo podemos constatar con su estudio e implicación del ECRO, estas tópicas pueden desembocar en su propia contratransferencia, o en lo que en terapia familiar llamamos: cibernética de segundo orden, ubicándose en los sistemas que observan, lo anteriormente mencionado enmarcado en lo que denominó Higiene mental, compuesta por análisis, supervisión y experiencia acumulada en años (Dupont, 1976,1988).
Un modelo ejemplar del suceder en la hora analítica, lo expuso mediante la siguiente ecuación: “A — B (b bn) – A”, pienso yo, que el doctor continuó con las enseñanzas matemáticas de Bion, así como en el espiral de Pichón Riviere, ya que esta dinámica analista-paciente, es interminable, dinámica, de ida y vuelta, mutuo, correlativo, intercambiables y que tiende a. (Dupont, 1976,1988,2007, 2013).
A continuación ofrezco ciertas premisas que lo relatado:
Fase A” posición completa de integración con predominio de raciocinio y lógica.
Fase B” Relajación.
A” transformación de experiencias, de emociones a pensamientos. Con la ayuda de otras transformaciones se podría concluir con una interpretación.
Fase A punto de partida asociativo del paciente, ocupa una disposición del terapeuta a acompañar al paciente en sus vivencias, también, si el analista no trasforma lo anterior, no induce a la regresión del paciente.
Fase B parcial y temporal, facilita el ingreso del yo terapéutico,
Este vaivén, refiere Dupont, es un proceso en espiral, se puede repetir en varias ocasiones en una misma sesión, es estructural y dinámico.
La primera parte pertenece a lo racional, lógico y al juicio, la segunda a la empatía, intuición, a lo subjetivo y al curso emocional.
El doctor centró cierta atención considerable a temas clínicos y teóricos, los renovó, perfeccionó y nombró, por tanto, asignó un valor especial, por ejemplo al yo terapéutico (organizador universal), al tercer oído, tercer ojo, a lo autocurativo, al furor curativo, al factor tolerancia del terapeuta (conocerse) y cura sintomática, desde luego al ECRO que él también llamó metafóricamente llavero. Dichos conceptos ofrecen, incuestionablemente, un valor considerable de alarde de versatilidad psicoanalítica, que hace sentir la faceta clínica de este autor.
Dicho sea de paso que el factor tolerancia lo interrelacionó con el yo terapéutico que a su vez es útil para: planear la ruta terapéutica, prevención de puntos ciegos, prevención de contraidentificacion complementaria y analizar las defensas tanto primarias como secundarias (Dupont, 2007).
EL OTRO LADO DEL DIVÁN Y LA RELACIÓN ANALISTA-PACIENTE
Reza Dupont: “La aceptación de un continente tolerable y tolerante también parece condición indispensable para el desarrollo estructural” (Dupont, 2007). En sentido metafórico, se gradúo con honores a la hora de hablar “del otro lado del diván” – como lo mencioné arriba – bajo este ejercicio fue honesto, crítico, desafiante y abierto a lo que esto podría traer como resultado. Respondió a muchas necesidades de los teóricos a la hora de hablar acerca de los fenómenos transfero-contratransferenciales, es muy probable que en este rubro se convirtiera en un maestro del tema. Un factor poco estudiado en este proceso es el hecho de que las creencias y las teorías del analista determinan, de forma inevitable, la evolución y contenidos del proceso (Dupont, 2007).
Continúa: La realidad psíquica del analista no puede ser estudiada si no se incorporan a la investigación los efectos interactuantes con la realidad psíquica del paciente. Es decir, la noción misma de realidad psíquica del analista debe incluir, en su definición, su dependencia funcional con la realidad psíquica del paciente (Dupont, 1988).
Posteriormente junto con otros colegas los Doctores Tubert, Vives, Kolteniuk, Parres y Mendoza presentan un congreso de la IPA en Estados Unidos, resultado de una investigación, en el cual propone que el análisis es un “espacio interconstruido” proveniente de dos fuentes: realidad psíquica del analista y realidad psíquica compartida. Agrega: El espacio interconstruido es un campo operacional que se crea en cada encuentro. El espacio interconstruido no data más que del psicoanálisis relacional.
PEDAGOGÍA PSICOANALÍTICA DEL PSICOANÁLISIS
Estudiarlo, es sinónimo de algo peculiar y especial, debido a que no existe algo semejante, probablemente estudiar música tenga tintes parecidos, ya que la experiencia personal, es decir, lo que has vivido influye de manera directa, contundente y decisiva. El percibir obtiene un lugar especial en la formación analítica, esto sumado a varios años de análisis didáctico y todo el vínculo terapéutico paciente-analista, en donde las tormentas del ayer y las promesas y proyectos por venir, toman inclinación hacia una funcionalidad del sujeto analizado.
En la pedagogía del psicoanálisis, apreciar es un verbo muy presente, dicha apreciación no tiene lugar en libros, seminarios y teóricos, se va construyendo de manera intangible, inefable y difícil de explicar y comentar. Creatividad, asertividad, invención y hermenéutica son solo algunos pre-requisitos para ingresar a la candidatura, el talento transferencia-contratransferencia se hace más que necesario, es sus dos facetas; analista (alumo)-paciente, y didáctico-paciente (alumno), esta doble modalidad se vuelve interesante en demasía, pocas disciplinas pueden presumir ser artista y espectador a la vez.
Lo referente a la educación, formación, y transmisión del psicoanálisis y sus psicoanalistas, ha sido un tema interesante y demasiado especial, ya que ésta disciplina así lo dicta, desde los requisitos para formarse, hasta los años que lleva estudiarlo, sin dejar a un lado la manera de enseñar lo que se sabe y que en algún momento también fue enseñado.
Ya durante su estudio, a estas avanzadas horas de su trabajo Dupont, piensa, escribe y deja por sentadas una serie de hipótesis sobre los enseñajes y transmisiones de la teoría psicoanalítica, es aquí en donde vemos un perfil docente-pedagógico del maestro Dupont.
Refiere que la verdadera fuente original del analista es constituido por: vocación, análisis, entrenamiento, identidad profesional, apego al ejercicio de la profesión analítica (Dupont, 1988, 2007). A su vez, fue un incansable estudioso de la formación del psicoanalista desde la selección de candidatos, pasando por la enigmática relación analista-alumno
ESTÉTICA DE LA PRAXIS EN DOS TIEMPOS: HISTORIA Y FUTURO
La temporalidad histórica está inscrita en los conjuntos de la experiencia que como memoria se mantienen preconscientes, más no en sus partes cuando se hallan desligadas del conjunto y reordenadas en el inconsciente. Recordar es dirigir las catexias de atención hacia el pasado y actualizar en la percepción de la conciencia eventos de la experiencia anterior (Dupont, 1976). En una idea filosófica abstracta, Dupont en entrevista con Bion, refería que el tiempo no existía más que como pensamiento de los eventos en la realidad interna y externa (Dupont, 1988).
Sin embargo, el tema del “tiempo” fue una constante en su obra, sobre todo, en el tiempo del vivir humano, ya que todas las etapas de la vida fueron atractivas para su estudio, el maestro se interesó en la primera infancia hasta la senectud, la muerte y los moribundos, o mejor aún desde lo pre conceptivo hasta lo post mortem. Lo podemos constatar en su libro Desarrollo humano: siete estudios psicoanalíticos (Dupont, 1976) en donde a través de una línea espacio-temporal, realiza una serie de ensayos sobre los avatares espinosos que vamos transitando.
Pensando en la supervivencia del psicoanálisis fue partidario de otras prácticas psicoterapéuticas de origen psicoanalítico, por tanto, mostró flexibilidad en la técnica y praxis psicoanalítica. La sentencia condenatoria de que: eso “no es psicoanálisis”, suele alcanzar también a quienes practican con espíritu analítico todo otro orden de psicoterapias, grupo, pareja, familia, etc (Dupont, 2007).
Dupont es co-autor de Psicología para casos de desastre (Dupont et al, 1987) los autores plasman sus experiencias en la catástrofe del 1985, los escribe juntos con sus colegas: Juan Tubert, Alberto Siniego, Rosa Doring, Mario Campuzano, José Antonio Mendizábal, Isabel Díaz Portillo y el doctor Carrillo y un grupo de psicólogas quienes también intervinieron. En él nos exponen la majestuosa riqueza de la teoría psicoanalítica en cuanto a fenómenos medioambientales y macrosociales. Experiencia sin precedentes, cabe mencionar que el prólogo fue a cargo Elena Poniatowska, hecho de sobrado interés para el psicoanálisis.
Escribió también: Los fundadores. Historia testimonial de la APM (Dupont, 1997) un libro simplemente único que habla sobre la historia y desarrollo del psicoanálisis en México, en el cual nos percatamos del carácter epistemológico del autor. Data de la trayectoria de los pioneros y sus viajes que dieron arribo al psicoanálisis en nuestro país, estos fueron: José Luis González, Santiago Ramírez, Ramón Parres, Francisco González, Rafael Barajas, Manuel Aiza, Estela Rémus, José Rémus, Fernando Cesarman, Carlos Ibarra, Luis Feder y Avelino González.
DUPONT GRUPÓLOGO
El psicoanálisis mismo y la tarea psicoanalítica no pueden considerarse asequibles sin el concurso de la comunicación secundaria, la palabra hablada, como instrumento básico (Dupont, 2007). Así como la comunicación humana y la psicoterapia confluyen, como resultado y actitud valiente, Dupont propone GIN-GAP, el cual contiene tres elementos básicos: juego, cuerpo e interpretación. Los párrafos siguientes representan el transcurrir histórico de la realización de un descubrimiento: GIN-GAP. Proyecta un tratamiento único por ser grupal en primer término, en segundo – pienso yo – porque involucra a los padres, lo considero una propuesta sin precedentes, una invención de la psicología orgullosamente Mexicana, en modalidad de tratamiento psicoterapéutico orientado psicoanalíticamente y no dudo en que es el mejor. Cabe decir que toda esta propuesta terapéutica la realizó con su colega Adela Jinich de Wasongaz, Alberto Siniego y Silvia Benenati, entre muchos más colaboradores.
En estas líneas, intento plasmar en una línea del tiempo el quehacer GIN-GAP, que como bien dejaron dicho los autores “aún falta mucho por hacer”. Posteriormente, comparto algunas ideas que extraje de este hermoso e inhóspito texto que, dicho sea de paso, luego de algunos años editaron un nuevo libro con pequeñas modificaciones que titularon: Una alternativa para el tratamiento psicoanalítico grupal de niños y padres GIN-GAP (2007).
Se enfocaron más en la observación empírica que en la deducción a partir de un esquema previo. Estudiaron tres niveles de internalización – Klenianos desde luego – incorporación, introyección e identificación. Para la comprensión del grupo terapéutico se requiere tomar en cuenta: campo, texto y contexto, así como tres momentos; acción, pensar y poner las cosas en su lugar. Mencionan mecanismos de defensa novedosos: provocación, confusión de roles, huida a la soledad y permisividad.
Al inicio del proceso los pacientes niños se consideraban como alumnos y a los analistas como maestros. Cuando se canalizaban inversamente pacientes de lo individual a lo grupal, se gestó un fenómeno que llamaron comunidad incestuosa. Una encomienda del terapeuta será vencer la resistencia que provoca la regresión al rol de niño. El analista se singulariza en su aptitud para ejercer una disociación relativa y una reintegración inmediata (Dupont, 2007).
Aquí mismo leí conceptos nuevos como el calentamiento grupal, escenas secuenciales e interpretación marginal.
El grupo de padres en un inicio se llamó grupo de orientación luego – como sabemos – GAP. En el mismo énfasis se poseen dos tareas en ésta propuesta: lo lúdico-placentero y lo analítico-terapéutico. En el GIN-GAP también intervinieron psicoterapeutas familiares y también se canalizaban con ellos. El modelo GIN GAP implica el pasaje del diván al sillón, lo cual involucra la ruptura de la prohibición y la acción. En el tema técnico pensaron que la hora de pensar era igual a una desregresión, por su parte en la hora de la acción, se rompe la idealización.
Frases agradables que yo escuché: “El Edipo no resuelto de los padres transforma a la familia en un caldo de cultivo de la psicopatología al que retornan nuestro pacientes”, “En el caso del análisis infantil es imprescindible el tratamiento familiar”.
Historia/Fechas.
- 1974 Adela Jinich y Marco Antonio Dupont Muñoz realizan la primera experiencia, GIN O se llevó a cabo en el consultorio de la doctora Adela, a los padres los canalizaban con colegas.
- GIN I modelo institucional 1978 en CIJ de Naucalpan.
- GIN II Los Doctores Marco Dupont, Héctor Socorro y Adela Jinich en 1979 en la clínica de AMPAG.
- Luego crearon GIN´S por edades el A de 3 a 6 años, el B de 6 a 11 años, el C de púberes y el D de padres y acompañantes.
- GIN II B Raquel Springer y Marco Antonio Dupont.
- GIN II C Grupo de padre Juan Guadarrama y Alberto Siniego.
- GIN III Marco Antonio Dupont, Zita Chao y María Elena Castro en 1986.
- GIN IV Marco Antonio Dupont, Cesar Garza, Juan Guadarrama, Malena Juárez, Matilde Guerrero y Alberto Siniego en 1982 en el IMPPA niños de 8 a 11 años y sus padres. Encargados del GIN principalmente Silvia Benenati y Alberto Siniego.
DESPEDIDA
Fungió como maestro de los “procesos psicoanalíticos” aquello que abarca desde la cosa hasta la palabra, desde la fecundidad hasta la mortalidad, del cero hasta el sinfín, desde lo prenatal hasta lo post mortem. No echemos de menos su papel protagonista de papeles específicos en lo institucional, idiosincrático, político y cultural del psicoanálisis.
Sus escritos, a mi juicio, son el espejo de la cultura psicoanalítica mexicana que tanto valen, fue una persona diferente, especial, innovadora, emprendedora, rompió con el estatus. Pionero, líder, investigador, mentor, ídolo, ícono, varias idealizaciones vieron luz en su persona, fue estructura y estructurante, fue constituido y constituyente. Era buen escritor, manejaba un amplio vocabulario y lograba emitir varios mensajes fáciles de captar. Lo catalogo como un verdadero epistemólogo, en sus vertientes de biógrafo e historiador.
El Doctor publicó un sinfín de artículos en revistas especializadas en neurología, psiquiatría, psicoterapia y psicoanálisis, pero sobre todo, en Cuadernos de psicoanálisis revista oficial de APM, como: La primera hora analítica (Notas a la iniciación del tratamiento en dieciséis casos), La mentira en la transferencia, La crisis adolescente interpretada como fase de mutación del pensamiento, La personalidad terapéutica. Análisis de un concepto básico en psicoterapia, Un factor crítico en el acierto o el error, el éxito o el fracaso en la terapia analítica, Sobre algunas formaciones mentales pseudo-religiosas en la psicosis, La interpretación marginal, Normalidad y patología del desarrollo, Breve relación histórica del movimiento psicoanalítico en México, Psicoanálisis, libertad y liberación, Gerontofilia a la luz del mito de Edipo, Desde la Preconceptología hasta el Psicogenoma de Luis Féder, De la incertidumbre a la certeza y del pensamiento a la acción, La homosexualidad verdadera y la homosexualidad como defensa.
Se agregan muchos más trabajos que presentó en congresos y que oficialmente no fueron publicados en sí, en agrupaciones como APM, AMPAG, IPA, FEPAL, SMPN, ARPAC, entre algunas más. De igual modo escribió como colaborador en algunos otros libros como en el de su hijo, “Manual clínico de psicoterapia” en donde escribió sobre intervenciones psicoterapéuticas en el paciente con enfermedad terminal, ya que tenía experiencia en esta población como su primer libro lo demuestra.
Sus actos lo llevaron a recibir la distinción “Doctor Honoris Causa” en el 2012 por la Universidad las Américas. Fue una personalidad con influencias desde luego de Freud, Klein, pero también citaba a Winnicott y ampliamente a Bion, no dudó en estudiar a Erickson, Racker, no dejó a un lado a autores como Grinberg, Rosenfeld, Bick, Meltzer, Abraham, Heimann, Riviere y Rackovski por mencionar solo algunos.
Ocupó diversos cargos administrativos, fue supervisor, analista, analista didacta, médico especialista, profesor, su interés abarco todo, individual y grupal, niños, adolescente y adultos, con una mira especifica: el psicoanálisis. Su legado arribo, desde luego, en la ciudad de México, el estado de México, Jalisco, Guanajuato, Zacatecas, Querétaro. Falleció a días de presentar su octavo libro “Aventuras psicoanalíticas. Telepatía”. Ahí estudia la teoría de comunicación de Donald Meltzer, la comunicación primaria y secundaria, aparte, expone algunas atravesamientos clínicos grupales e individuales, acá su literatura psicoanalítica era ya, catedra Kleniana y Bioniana.
En la ciudad de León Guanajuato en donde el psicoanálisis ya es una realidad, tengo la fortuna de tener conocidos y maestros que estimo, que a la vez guardaron relación con él, como maestro, supervisor, analista, y colega, los doctores: Antonio Hinojosa, Augusto Vásquez, Antonio Luna, Malena Fuentes, Enrique Fernández, y Alberto Siniego. Se graduó de Médico especializado en psiquiatría egresado de la UNAM, psicoanalista de grupos titulado en AMPAG y, psicoanalista individual formado en APM. Termino citándolo: “Con tranquilidad, se puede decir que la psicoterapia es un viejo arte a la par que una ciencia nueva” (Dupont, 2013).
REFERENCIAS
Libros.
Dupont, M.A. (1976). El desarrollo humano: siete estudios psicoanalíticos. México: Joaquín Mortiz.
—————— (1987). Psicología para casos de desastre. México: Pax.
—————— (1988). La práctica del psicoanálisis. México: Pax.
—————— (1993). Psicoterapia grupal para niños. México: Universidad de Guadalajara.
—————— (1997). Los fundadores. APM. México: Tesis económicas profesionales.
—————— (2007). El ser psicoanalista. México: Lumen.
—————— (2007). Una alternativa para el tratamiento psicoanalítico grupal de niños y padres GIN-GAP. México: Plaza y Valdez.
—————— (2013). Telepatía. Aventuras psicoanalíticas. México: Lumen.
Artículos en cuadernos de psicoanálisis.
Dupont, M.A. (1981). Un factor crítico en el acierto o el error, el éxito o el fracaso en la terapia analítica. Cuadernos de psicoanálisis. Asociación Psicoanalítica Mexica. México. D.F: Plaza y Valdes.
——————— (1991). Normalidad y patología del desarrollo. Cuadernos de psicoanálisis. Asociación Psicoanalítica Mexica. México. D.F: Plaza y Valdes.
——————— (1991). Breve relación histórica del movimiento psicoanalítico en México. Cuadernos de psicoanálisis. Asociación Psicoanalítica Mexica. México. D.F: Plaza y Valdes.
——————— (1992). Psicoanálisis, libertad y liberación. Cuadernos de psicoanálisis. Asociación Psicoanalítica Mexica. México. D.F: Plaza y Valdes.
———————- (1992). Gerontofilia a la luz del mito de Edipo. Cuadernos de psicoanálisis. Asociación Psicoanalítica Mexica. México. D.F: Plaza y Valdes.
——————— (1997). Desde la Preconceptología hasta el Psicogenoma de Luis Féder. Cuadernos de psicoanálisis. Asociación Psicoanalítica Mexica. México. D.F: Plaza y Valdes.
——————— (1997). De la incertidumbre a la certeza y del pensamiento a la acción. Cuadernos de psicoanálisis. Asociación Psicoanalítica Mexica. México. D.F: Plaza y Valdes.
——————— (1998). La homosexualidad verdadera y la homosexualidad como defensa. Notas clínicas. Cuadernos de psicoanálisis. Asociación Psicoanalítica Mexica. México. D.F: Plaza y Valdes.
[1] Lic. Alfredo Stefano Castro Enríquez, psicólogo de Bachillerato Comunitario SEP Guanajuato, psicólogo.alfredo@hotmail.com. 4771550769