El odio como cemento

El odio como cemento  Luis Gonzalo Valverde Garcés INTRODUCCION La autora Piera Aulagnier nos ofrece en su obra una nueva categoría metapsicológica que amplia la propuesta freudiana. Y dadas las características que operan en este nuevo marco teórico, no solo es de gran utilidad en la clínica sino que va mas allá, pudiendo ampliar su visión y consecuencias en…


El odio como cemento

 Luis Gonzalo Valverde Garcés


INTRODUCCION

La autora Piera Aulagnier nos ofrece en su obra una nueva categoría metapsicológica que amplia la propuesta freudiana. Y dadas las características que operan en este nuevo marco teórico, no solo es de gran utilidad en la clínica sino que va mas allá, pudiendo ampliar su visión y consecuencias en el registro de lo social y operar como bisagra incidiendo en él.
 
Me propongo esbozar una breve descripción de algunos aportes de esta autora en el campo de la metapsicologia con la finalidad de observar la utilidad del pictograma en el territorio de la clínica.
 
Piera Aulagnier agrega un proceso más a los ya existentes en la metapsicologia freudiana en la cual incluye a los ya conocidos procesos primario con sus leyes de funcionamiento propios del inconciente, el proceso secundario con sus leyes de funcionamiento correspondiendo al yo. Esta autora propone un proceso originario que actuaría como el único representante del psiquismo incipiente; su tiempo de duración como el único representante de la psique es muy breve, ya que dura horas días o acaso semanas y así aparecerá el proceso primario y después el secundario o el yo. Esto no quiere decir que el proceso originario deje de representar o sea relevado por los otros dos procesos, su actividad permanecerá toda la vida del sujeto como un telón de fondo, de tal forma que el sujeto posee tres formas de representación: 1.- la representación pictográfica. 2.- la representación escénica, o proceso primario y 3.- la representación pensable-decible del yo. De estas tres formas de representación no se puede prescindir nunca. Los jeroglíficos de lo originario o pictogramas únicamente representan los afectos de placer y displacer que parten de las percepciones de las zonas sensoriales o zonas de intercambio con la madre. El proceso primario cuyo director de escena ya toma en cuenta la separación entre el sujeto y el objeto, escenificando realizaciones de deseo mediante representaciones de zonas erógenas con el objeto, tanto de placer como de rechazo y finalmente el proceso secundario que es propiamente el yo con acceso al lenguaje, la temporalidad y la lógica, cuya función es interpretar y dar sentido a la realidad tanto de si como del mundo.
 
Esta propuesta teórica de la autora fue concebida con la finalidad de acercamiento a problemáticas tan graves como la psicosis permitiendo una mejor lectura clínica y formas de intervención en el tratamiento. Por supuesto incluye nuevos conceptos, en primer lugar el de VIOLENCIA PRIMARIA, el cual designa lo que en el campo psíquico se impone desde el exterior a través de una primera irrupción en el espacio psíquico en sus orígenes, desde un yo ya constituido que operara esta violencia.
 
Esta es una violencia necesaria para mantener la vida del infante, y es ejercida a través de los cuidados y protección de la madre y consiste en que el deseo impuesto por la madre hacia el bebe para este ultimo corresponde al registro de la necesidad, luego entonces es un deseo que se apoya en la necesidad del otro.
 
La madre con un yo constituido interpreta, decodifica las manifestaciones del infante para aportar cuidados al recién nacido ofreciéndole sentido por lo cual es el portavoz.
 
Durante el transcurso de esta primera fase, la madre le nombra al bebe sus necesidades, sufrimientos, sensaciones y afectos y lo va introduciendo al mismo tiempo en el orden del discurso, la madre le nombra lo que siente su cuerpo, se lo traduce, si es sueño, frió, hambre, dolor, etc.…, para que el infante
 
Así cuando se constituya el yo incipiente se apropiara del lenguaje y podrá expresar yo siento frió, enojo, hambre, sueño, amor etc…Como se observara esta violencia de la interpretación se suprime cuando el niño se apropie de sus enunciados, el derecho a pensar y a realizar un proceso de autonomía de su pensamiento.
 
En ciertos casos la madre no renuncia a su papel de portavoz y aplica la ley de que NADA CAMBIE, le llamamos a este fenómeno VIOLENCIA SECUNDARIA. Esta ya no entra en el ámbito de lo necesario, sino que es el exceso por parte de la madre de prolongar aquella violencia primaria, ahora imponiendo sus deseos, pensamientos, y sentimientos, amputando la autonomía del yo del niño. Flagrante abuso de poder de la madre tratando que nada cambie, que el niño siga dependiendo en forma absoluta de la única verdad, la de la madre y de su discurso volviéndose la garante de la verdad. En esta violencia secundaria colocara al niño como un permanente sujeto de demanda y sin poder constituirse como un sujeto de deseo. Esto es condición de Psicosis. En el territorio donde mas efectos causa es en el territorio de los afectos, la madre le impone al niño lo que debe sentir, negándole sus propias percepciones, por ejemplo “tu tienes sueño no hambre, etc.…Discurso por demás enloquecedor.
 
LA VIOLENCIA DEL AFECTO
 
Volviendo al proceso originario y relacionándolo con el inicio de la violencia primaria y el terreno de los afectos, pasemos a otro concepto, el de la Violencia del afecto o violencia originaria. En el espacio originario existen representaciones de objeto-zona complementario esto es, las zonas de percepción de los órganos de los sentidos y el objeto que lo complementa, creando el sujeto eso que llamamos pictograma, donde se representa esta relación de objeto-zona complementario como auto engendrados por la psique que en este momento constitutivo ignora el espacio exterior, lo que no implica que deje de actuar en la psique. El sujeto se inaugura psíquicamente como creador de estas representaciones.
 
Si extrapolamos estas representaciones de objeto-zona complementario a la relación de complementariedad del cuerpo del infante y la representación que tiene de el la psique materna; y por el otro lado, la relación presente entre el espacio psíquico infantil y el espacio psíquico del ambiente exterior los padres, encontramos que el mundo no existe sino como soporte de libidinizaciones del infante. No existe como sujeto psíquico sino porque lo libidinizan los padres. Entonces la libidinización de un mundo cuya exterioridad no se puede todavía reconocer, necesita darse una representación que lo acomode a su espacio complementario. Esto le permite al bebe representarse como su propia completud. Esta prótesis-mundo no puede prestarse a esta función si este mundo no puede vivir al bebe sino como componente y complemento de un espacio que viene a enriquecer. Se le debe reconocer a este bebe como diferente, separado, como nuevo ser para los padres, un ser esperado. Del lado del bebe el encuentro con el objeto-madre-complemento de una zona sensorial erógena, el placer que genera producirá una representación pictográfica de unión y placer autoengendrado por la zona.
Esta relación es extrapolable a la relación psique-mundo, la unión del objeto-zona significa la representación de la unión con el mundo, espacio que complementa al suyo propio y autoengendrado por la psique. Esto permitirá que la psique se autorepresente como la unión del espacio psíquico propio-espacio psíquico ambiente. De tal manera que toda fisura en el espacio familiar que lo rodea puede evitar que se autorepresente la unión indisoluble y el placer que esto genera. Esta será la meta de Eros o pulsión de vida. Sin embargo desde el psicoanálisis existe a su vez, en contra de Eros, que tiende a unir y libidinizar objetos, otra pulsión opuesta, la pulsión de muerte o Tánatos que tiende a lo contrario, a la desligadura con el objeto su peor enemigo, tendencia al retorno, al antes del deseo, a la quietud.
En esta primera fase de la vida hay que tener en cuenta la acción de Tánatos. Cuando el estado de unión con el objeto se acompaña de la autorepresentación de la unión indisoluble del objeto-zona complementario fuente de placer, se pondrá en reposo la búsqueda pues el bebe satisfecho ya no apela al otro a través del llamado. Por esto Tánatos puede también “creer” que en tiempo del encuentro ha alcanzado su meta o sea el silencio, el no deseo. Pero Eros triunfa y es solo un señuelo para Tánatos aun en el estado de reposo, de unión con el objeto, es necesario que el placer se irradie a todas las zonas erógenas. Así el señuelo consiste en que lejos de haber agotado el deseo en la satisfacción, surgirá de nuevo el llamado, la búsqueda del objeto de deseo.
 
No debe haber ningún exceso, ningún desfallecimiento en el espacio psíquico que rodea al bebé, o sea debe haber un espacio “suficientemente bueno” esto ayuda a autorrepresentarse su propia complementariedad. Pero en otros casos el medio puede no ser precisamente rechazante para el infante que llegado el caso seria incompatible con su vida, pero este medio no puede evitar su propia violencia ( la de los padres ), ni puede evitar imponer esta violencia a su zona complementaria y a la psique. Entonces la unión. Entre espacio psíquico-espacio mundo se realiza como una intrusión violenta. Luego entonces la puesta en función de una zona erógena produce una vivencia de dolor. Un objeto complementario se une a una zona pero la imagen que viene a la psique es la del fuego que quema la carne ya no se le puede separar. No se es más que un ardiente. Antes de la entrada del proceso primario y del masoquismo originario no es posible todavía erotizar el sufrimiento y transformarlo en masoquismo. En este momento y bajo estas experiencias ya no se tiene el equilibrio necesario y estructurante que separe la experiencia de placer y la experiencia de sufrimiento, aquí entonces se opera una confusión, la unión causa dolor, es catastrófico y precoz , la zona no tiene recursos contra el exceso de violencia. Este estado favorece la acción de Tánatos ya que su tendencia es poner fin a las manifestaciones de la vida psíquica. Podría lograrlo si su adversario Eros no preservara un libidinizar la “espera” de un futuro encuentro de placer y en esto Eros es tenaz. Esto vuelve muy difícil la mezcla pulsional Eros-Tánatos para mantener la vida. Así encontramos que la relación de odio que liga a la pareja parental repercute en la relación originaria entre la zona y el objeto complementario, entre espacio psíquico y el espacio` mundo. La violencia de los signos del odio, fisura el ambiente psíquico.
 
Esta relación reproduce no la de la pareja hacia el hijo sino la presente entre los dos elementos de la pareja. Si el odio es el cemento de la pareja va a ser traumático para el encuentro con el ambiente que se desgarra en el conflicto. Cada mitad vierte su odio, su deseo de muerte sobre la otra. Este seria el ambiente que encuentra la psique del bebe que debería ser el organizador del ambiente que le da la bienvenida.
 
LAS SIGNIFICACIONES POSTERIORES.
 
Mas adelante cuando el bebé deja de serlo, ese yo naciente escuchará la violencia de los comentarios y sus justificaciones, entonces a cada uno de los padres, el yo del niño le asignará un lugar de asesino potencial. Se observará en este momento constitutivo que la violencia y la intensidad que solamente se manifestaba antes, ahora será reforzada por el discurso de los padres que la significan. Este comentario que escucha el niño y que comprenderá parcialmente, lo decodificara como mensaje del ambiente de cada actor y como testigo de el. El mensaje se muestra para el niño como una función relacional, esto demuestra la importancia que va a tener para el yo del niño un mensaje que sirve de vehiculo al odio. Este odio será el último compromiso que Eros le arranca a Tantos. El yo que odia le asegura indefinidamente una satisfacción diferida. Todavía no se cumple la intención pero la va a tener. El niño se encuentra confrontado a la manifestación hablada y a veces parcialmente actuada de un asesinato como deseo actual y hasta como derecho legitimo. Este deseo designa abiertamente a un padre o a una madre. Aquí se invierte el papel de aliados que cumple la psique de los padres .De tal forme que la pulsión de muerte se activa contra el objeto exterior. En lugar de lo prohibido el niño se encuentra con la inducción. Su edad le impide actuarlo, además este padre o esta madre a pesar del conflicto presente en la relación del hijo con los dos, sigue siendo en el presente, soporte de la libidinización que el niño necesita. Pero se le invita a odiar, a arrancarse de uno de los dos, que al mismo tiempo siente necesarios para su desarrollo. Como se observa la identificación simbólica es una catástrofe. Uno de los dos eslabones de la cadena para insertarse en un orden generacional, en el orden temporal y en el sistema de parentesco corre el riesgo de ser asesino o victima. El deseo de asesinato se acompaña de la destrucción de la transmisión de un a-reprimir o un prohibido, de un orden, de una ley. Al sujeto no le queda mas que Aliarse a uno de los dos padres idealizándolo, y adoptará una categoría, o un grupo: la de los padres, la de las madres, la de los jefes, como enemigos mas o menos anónimos y por eso distanciados, y el será el que reivindique la posición de heredero de un poder trascendental que ha engendrado ese padre idealizado y además ese grupo, esa categoría a la que pertenece. Esto tarde o temprano desemboca en una estructura paranoica .Durante un tiempo esa alianza incondicional con uno de los padres idealizado, le permite justificar ante si, el conflicto abierto con el otro, mantener al aliado y que este lo proteja. Mas tarde esta defensa fracasa y la potencialidad paranoica se vuelve manifiesta.
 
CONCLUSIONES
 
Todos estos antecedentes nos permiten abordar como se gesta desde los orígenes del sujeto las condiciones necesarias para que este mecanismo tan arbitrario como violento repercuta en lo que será en un futuro un sujeto estructurado como paranoico. Violencia de los orígenes que se continuaría y se apoyaría en esa primera y necesaria violencia primaria que se describió anteriormente. La teoría psicoanalítica nos ha permitido observar las formas mediante las cuales se dan dentro del medio familiar se logran las condiciones necesarias y suficiente para devastar un psiquismo desde los orígenes y así desembocar en una psicosis.
 
Ahora bien si nos trasladamos al registro de lo social y pensamos que los sujetos psicòticos llegaràn a las instituciones publicas y privadas dedicadas a la salud mental, donde encontraremos que en estas no solo se les denegara el derecho a la palabra, sino también a la escucha de su discurso, son así sometidos al redoblamiento de aquella violencia familiar ,sometidos a los peores tratos, confinados y perdiendo todos sus derechos .En algunos casos, la domesticación de estos sujetos llegan al extremo del uso de métodos tan violentos y devastadores como el electroshock, los choques insulínicos, y técnicas de estupidizaciòn y destrucción, con medicamentos diseñados ex profeso para ese fin. La cruel ironía es que la sociedad reproduce y amplifica en sus instituciones, la violencia familiar a la que fueron sometidos.
 
Tendríamos que pensar con mucho cuidado en la obligación de revisar a fondo y con una visión multidisciplinaria, la función de las instituciones sociales, y que tan poco cumplen con las tareas que por su naturaleza les fueron asignadas .Empezando por la institución familiar, las instituciones de salud mental, las procuradurías para la defensa de la mujer y de los niños, el maltrato hacia ellos etc.…, que han sido creadas para proteger la vida, los hijos y la salud tanto psíquica como física.
 
Este modelo tan abstracto de la constitución psíquica del bebe, no es una ficción teórica, es la delicada construcción de un ser humano del que se espera sea en el futuro un sujeto autónomo, deseante, pensante y aspire a una vida armoniosa.
 
 Para terminar esta reflexión; lo aquí expresado respecto al odio de la pareja, tampoco es una rareza, existe realmente en nuestra sociedad y en muchas parejas de padres cuando se actualiza el deseo de muerte en alguno de los dos o en los dos esto pasa a raíz de que en algunos sujetos, cuando acceden a la categoría de padres se presenta una desmezcla pulsional y liberando pulsión de muerte. . Comenzando por un combate en nombre de la defensa: de los hijos, del abuso de poder ,de alguno de los padres, la violencia intrafamiliar tan frecuente en nuestro país, las carencias económicas , el desempleo, el alcoholismo, y tantos otros generadores de odio que se vuelcan hacia el otro miembro de la pareja.
 
Esperamos que este trabajo reflexión teórico-social sea de utilidad para generar nuevas propuestas en este amplísimo panorama tanto en el ámbito de la teoría psicoanalítica como en el campo de las ciencias sociales.
 
 
BIBLIOGRAFIA:
 
Aulagnier, Piera, La violencia de la interpretación, del pictograma al enunciado, Amorrortu, Buenos Aires, 1975
 
– Un Intérprete en busca de sentido, Siglo XXI, México 1994.
– Los destinos del placer, Petrel, Buenos Aires, 1979.
 
 
Freud, Sigmund, Obras Completas, 24 Vols., trad. José Etcheverry, comentarios y notas de James Strachey con la colab. de Ana Freud, Alix Strachey y Alan Tyson, Buenos Aires, Amorrortu ,1976
 
– La Represión(1915) volumen 14
– Lo Inconsciente (1915) volumen 14
– El Yo y el Ello , (1923) volumen 19