El resto es silencio. Viñeta de lo acontecido entre Freud y Jung alrededor de la concepción y desarrollo del Narcisismo.
Alejandro Madrid
En 1914,
el movimiento psicoanalítico se parece a Europa,
en el umbral de la guerra,
agitado por la crecida de todas las resistencias nacionales.
E.Roudinesco.
La Introducción del Narcisismo, es, como lo dice la reseña de James Strachey “uno de los escritos más importantes de Freud, y puede considerárselo como uno de los pivotes de la evolución de sus puntos de vista[1]”. Sin duda, hoy celebramos la escritura de tan importante texto en la elaboración freudiana. Cabe rescatar para la intención de esta ponencia, el detalle de que tratamos, en palabras de Ernest Jones, con un trabajo en transición[2]. Freud está inmerso en este periodo histórico en una serie de conflictos teóricos que llevarán, tanto a la ruptura con varios de sus más cercanos colaboradores, como al desarrollo de su metapsicología en 1915. Esto nos ubica en el sentido del ‘por qué’, Freud se refiere al texto sobre el Narcisismo como un escrito que tuvo un parto doloroso [sic].
Vayamos adelante. Strachey dice: “el artículo aborda las controversias con Adler y Jung… No cabe duda que uno de los motivos de Freud al redactar este artículo fue mostrar que el concepto de narcisismo constituye una alternativa frente a la “libido” no sexual de Jung y a la “protesta masculina” de Adler[3]”. Sin duda encontraremos que esta referencia nos habla de una disputa profunda en la conceptualización de la energía sexual; Roudinesco sostiene que “desde la fundación de la IPA, la cuestión de lo sexual está en el centro de los debates”[4] (no olvidemos la formación tradicional de algunos miembros, entre ellos el mismo Jung, cuyo padre fue pastor luterano) Pero lo que poco sabemos es que debajo hay una pugna personal; aquellos año[5]s eran tiempos difíciles para el movimiento del psicoanálisis. La unión estaba puesta en duda y se veía violentada en cada frente.
Una cita de Jones que data de 1910, nos presenta claramente las rajaduras que presentaba el grupo reunido en torno a Freud. Son los albores de la IPA, en el segundo congreso Internacional, celebrado en Nüremberg el 30 y 31 de Marzo de aquel año. “Freud llevaba un tiempo ocupado con la idea de reunir a los analistas en una lazo más próximo”[6], Ferenczi interviene a petición del mismo Freud, luego de que este haya presentado (y la nota no es ociosa) el artículo sobre “Las Perspectivas Futuras de la Terapia Psicoanalítica[7]”. Jones escribe: “En su discurso [Ferenczi] había hecho algunos comentarios despectivos sobre la calidad de los analistas Vieneses, y sugirió que el centro de la futura administración sólo podría estar en Zurich y con Jung como Presidente[8]” en su respuesta, Freud apoya totalmente dicha idea. Así, el grupo de analistas vieneses, Adler y Stekel principalmente, ven su antiguo esfuerzo y suma lealtad completamente ignorados. La furia es calmada pronto por Freud quién sube al cuarto de hotel donde duerme Stekel y donde se han reunido para quejarse amargamente, Freud los enfrenta, envainando la realidad histórica de su momento: sería plenamente ventajoso establecer una base más amplia, fuera de Austria y sobre todo una base no-judía. A demás y de forma compensatoria, les anuncia su renuncia a la posición como presidente de la Sociedad Vienesa y la intención de poner a Adler en ese lugar, permitiendo la creación del Zentralblatt für Psychoanalyse, que competiría con el Jahrbuch de Jung. Roudinesco añade que: “Al querer asegurar la unidad del movimiento psicoanalítico, se produce su dislocación”[9].
¿Qué nos brinda esta breve nota de 1910? Sin duda, el correlato de una ruptura inminente, anunciada; comienzan a partir de este punto las grandes disensiones dentro de la cerrada élite psicoanalítica, comienzan los hijos a mostrar su furia frente al padre que los ha reunido y les ha proveído; Es importante acá señalar la respuesta del grupo más cercano ante la revolución y la turbulencia que representaba todo esto, la creación del Comité Secreto en 1912. Todos conocemos la historia alrededor del grupo que como “Viaja Guardia” custodiaría el avance teórico freudiano desde distintas ciudades a lo largo de Europa: Jones, Rank, Sachs, Ferenczi, Abraham y Eitingon[10].
Sin embargo, ya desde 1910, año en que Freud realiza un viaje de verano a Sicilia con Ferenczi, se huele una futura ruptura con los suizos. Parece ser que en este viaje habló con Ferenczi de las Memorias de un Enfermo de Nervios, de Daniel Paul Schreber, un texto que le había sido propuesto por el mismo Jung para su análisis sobre la paranoia y que para él prometería el punto de acuerdo con la psiquiatría de Bleuler. La verdad es que dicho texto será la entrada a la batalla final. A su regreso, de Sicilia comenzará la ruptura con Ferenczi[11]: Freud lo describió con una actitud de “admiración tímida y oposición muda” durante su estancia en el sur italiano. En 1911, la ruptura final con Adler, un “episodio sin duda doloroso” para Freud, pero superado por la cálida amistad de Jung y Putnam, ese bastión al otro lado del atlántico.
En el congreso de Weimar realizado el 22 de Septiembre de 1911, Freud presenta su texto “Sobre un caso de paranoia descrito autobiográficamente” un texto que preconiza sin duda lo que devendrá dentro del grupo de psicoanalistas. En un año, donde todo parecía marchar, Freud y Jung están en los mejores términos aunque pueden escucharse ciertos “comentarios poco corteses”[12], Freud da un golpe decisivo con la presentación de este texto que finaliza una larga discusión con el doctor Jung. Discusión sobre la dementia praecox[13] Ese trastorno psicótico que dividirá en su fondo al movimiento y cuya discusión se remonta a cartas de 1908 y a un escrito de 1907, pero en mayor medida, una discusión en torno a la naturaleza etiológica de ese padecimiento en la figura del presidente Schreber.
Es de todos sabido que el vórtice de la pugna final entre Freud y Jung, se remonta a la naturaleza sexual del aparto psíquico, pero no es posible aducir esto si no es por el surgimiento del Narcisismo y no es posible por su parte, separar el nacimiento del concepto de Narcisismo, de la discusión sobre la dementia.
El concepto que introduce el texto que nos reúne hoy, demostró ser un paso esencial en la comprensión de la psicosis o como Freud nos invita a nombrar, las parafrenias. Horacio Etchegoyen en su reflexión sobre el texto y contexto del Narcisismo dice “La gran diferencia entre estos pacientes (los psicóticos) y los neuróticos es que en ellos la libido se da verdaderamente separada del objeto; de esta forma este proceso va más allá del fenómeno de la Introversión descrito por Jung en su ensayo de 1910 “Los Conflictos Psíquicos del Niño”… el [concepto de] Narcisismo fue introducido en la teoría de la libido para dar cuenta de la esquizofrenia.”[14],[15]
Freud mismo, en el texto de Introducción del Narcisismo va a elaborar esta defensa y recuerda aspectos del texto sobre Schreber sosteniendo que, Primero: “un motivo acuciante para considerar la imagen de un narcisismo primario y normal surgió a raíz del intento de incluir bajo la premisa de la teoría de la libido el cuadro de dementia praecox (Kraepelin) o esquizofrenia (Bleuler)…[16]” Segundo, que el extrañamiento del interés en el mundo exterior de los pacientes psicóticos (Neurosis Narcisistas antaño) los hace inmunes al psicoanálisis, empero esto es porque a diferencia del neurótico, estos pacientes han cancelado el vínculo erótico con personas y cosas.
Freud venía desarrollando ya el concepto de narcisismo en un intercambio de ideas directamente con Jung, de 1906 a 1914, año en que se publica el libro que hoy celebramos, que significa sin lugar a dudas uno de los grandes clavos que se pondrán al féretro de la relación entre los dos. La divergencia de Jung respecto a los conceptos Freudianos se había sostenido por la exclusividad sexual de la libido en Freud y a pesar de que se trataba claramente, de una diferencia con resonancia personal en las creencias morales de Jung, él buscaba comprobarlo por la vía teórica. Una prueba de esto es que el doctor Jung intentó comprobar que el retiro libidinal en el terreno de los pacientes psicóticos que preconizaba Freud, se trataba más bien de una explicación incompleta y propone desde aquí una teoría de los “complejos psicológicos” organizados en rededor de un núcleo conflictivo de naturaleza personal y arquetípica. A mi juicio, Jung no escribía sobre narcisismo bajo el mismo campo que Freud, más bien entendía un vocabulario diferente para el mismo fenómeno[17].
Así, vamos viendo como el narcisismo representa en buena medida el corte final a la relación y a la disputa teórica por las parafrenias. Por su parte, Freud piensa para 1914, que la esquizofrenia habita bajo dos características: 1.- Falta de interés en el mundo externo y la megalomanía. En esto, él encuentra que la hipótesis de la libido narcisista resuelve claramente el conflicto etiológico de la enfermedad, conflicto que sostenía lateralmente con Jung: la libido separada del exterior explica la falta de interés, su aplicación al yo y la megalomanía. Esto Freud ya lo trabaja en Tótem y Tabú (1913) pero sobre todo en el caso Schreber(1911), el texto que nos reúne hoy, es su claro remate a gol.
Entonces, la discusión sobre las psicosis se pone en el centro y calienta la relación profesional, es cierto, pero poco se ha dicho de la otra cara de la pugna teórica, la diferencia entre Freud y Jung sobre la Introversión de la Libido, un concepto jungiano de suma importancia respecto a la etiología de la dementia y que para Freud sólo describe el proceso propio del neurótico siendo “otro, el caso de los parafrénicos, [quienes] parecen haber retirado realmente su libido de las personas y cosas del mundo exterior, pero sin sustituirlas por otras en su fantasía[18]”.
Así, desdicho Jung, Freud avanza y un poco después sostiene lapidariamente sobre la diferencia teórica: “Otra cosa sería, naturalmente, si se demostrara que la teoría de la libido ha fracasado ya en la explicación de [la psicosis].. . C. G. Jung lo aseveró, con lo cuál me forzó a hacer las anteriores puntualizaciones, que de buena gana me habría ahorrado. Hubiese preferido seguir hasta el final el camino que emprendí en el análisis del caso Schreber callando acerca de sus premisas. Ahora bien, la aseveración de Jung es, por lo menos, precipitada. Sus fundamentos son pobres.”[19] Freud dixit. Continúa con la disputa incluyendo la alusión de que Jung piensa que Freud tuvo que ampliar el concepto de libido por dificultad con el análisis de Schreber, es decir, tuvo que resignar el contenido sexual y hacer coincidir libido con interés psíquico en general. Esta idea jungiana, me parece, lo hace sentir acusado de haber confeccionado a la medida de sus intereses la teoría completa de la libido, lo cual Freud mismo desmiente. Llama entonces, siguiendo en el texto de introducción del narcisismo a su batallón de defensa y cita a Ferenczi quien, en palabras de Freud, también admite la interpretación falsa de Jung.
La discusión no para ahí, continúa al finalizar el primer capítulo, ya que Freud no se permite lo que Jung ha apuntado sobre la introversión de la libido sexualis[20], lo llama una inapropiada comparación, incapaz de llevarnos a decisión alguna y concluye finalmente diciendo “las investigaciones de la escuela suiza, con todo lo meritorias que son, sólo en dos puntos han contribuido a esclarecer el cuadro de la dementia praecox: la existencia de complejos…y la semejanza entre los productos de fantasía…y los mitos de los pueblos: pero no ha podido echar luz alguna sobre el mecanismo de la contracción de la enfermedad, podemos desechar el aserto de Jung según el cual la teoría de la libido ha fracasado en arrancar los secretos de la dementia praecox y por eso quedó liquidada también respecto de las otras neurosis”[21].
Sin duda alguna, todo esto contribuye a una separación ideológica entre nuestros dos personajes que marca una tensión y una declaración de cómo serán las cosas para el futuro del psicoanálisis. No hay que olvidar que desde 1912 la ruptura es efectivamente inminente, Jones piensa personalmente que la visita de Freud a Binswanger[22] en Kreuzlingen dinamitó la relación ya que Freud no notificaría a Jung de esta cercana visita, también la ausencia al cargo presidencial de la IPA en Septiembre de 1912 para impartir un seminario en Nueva York no es bien digerida por Freud, así como la árida reunión que tienen en Noviembre en Munich[23], hacen de todo esto un panorama insostenible[24]. Roudinesco parece darle importancia al tema del “Asunto Otto Gross”[25] en la disolución de la amistad, pero también habría que incluir aquí sin duda el episodio jungiano con Sabine Spielrein. En fin, no quiero decir que la ruptura se da unilateralmente por el concepto de Narcicismo y ni por la diferencia respecto a las parafrenias. Lo que sí sabemos es que todo esto ayudó a minar un campo que de por sí, caminarlo con Freud, resultaría complicado.
Para 1913, año de la escritura de la Introducción del Narcisismo, Jung sigue siendo presiente de la IPA y editor del Jahrbuch, pero para Septiembre, en el congreso de Munich, a pesar de la postura de Freud de apoyar al grupo suizo, dos quintas partes de la audiencia se abstienen de votar por la ratificación de Jung como presidente, después de esto y como frase lapidaria: “solo quedaron las formalidades”.
Para Septiembre de 1913, Freud viaja a Roma y escribe ahí el borrador de la Introducción de Narcicismo. En Octubre Jung renuncia a su cargo como editor del Jahrbuch y escribe a Jones diciendo que la situación es “absolutamente incurable”, anuncia así que ninguna cooperación futura con Freud sería posible. Recién a fines de febrero de 1914 Freud dio comienzo a la versión final, que quedó terminada un mes después. En abril de 1914, Jung renuncia a su cargo como presidente de la internacional y Abraham toma el interinato hasta el siguiente congreso en Dresden. Justo ante el inminente estallido de la Guerra, Jung anuncia su separación absoluta del movimiento.
Las dos últimas cartas que se escriben, versan entre la tristeza pasional y la respetabilidad aria, no sin dejar leer a nivel del subtexto el enfado general. A manera de finiquito Freud escribe primero: “Estimado Doctor: … En consecuencia, propongo que abandonemos nuestra amistad enteramente, no pierdo nada con ello pues mí único vínculo emocional con Ud., ha sido durante un largo tiempo, un delgado hilo, debido al prolongado efecto de pasados desacuerdos y Usted tiene todo a ganar, en vista del reparo que recientemente hizo en Munich acerca del efecto de una profunda amistad con un hombre que inhibía su libertad científica. Por consiguiente diré: tome su “total libertad” y ahórreme sus supuestas “charlas personales en beneficio del interés general de su ciencia (rama de esfuerzo). Ud. Nunca tendrá motivos para quejarse por falta alguna de cortesía de mi parte. En cuanto a nuestro común entendimiento y la persecución de objetivos científicos concierne, quiero decir: No existe para ello más razón en el futuro que en el pasado. Por otra parte, espero lo mismo de Ud. Saludos, Freud.
Y Jung contesta, del lado que tenía más que perder y gozaba de mucho menor descontento sin censura personal:
Querido Profesor Freud: Accedo a su deseo de abandonar nuestra amistad, pero nunca tiraré (por la borda) la mía con su persona. Ud. Mismo es el mejor juez para saber lo que en este momento le significa.
El resto es silencio.
REFERENCIAS:
1.- Freud, S. Introducción del Narcisismo. Obras Completas, Amorrortu. Buenos Aires. Vol XIV p. 68
2.- Jones, E. Life and Work of Sigmund Freud. Basic Books. New York. Book 2. p.339 (traducción propia)
3.-Freud S. p. 68
4.-Roudinesco, E. La Batalla de los Cien Años. Edit Fundamentos. Madrid. 1993 p. 101
5.-Jones, E. p.273 (traducción propia)
6.- y es que Freud introduce En este texto el concepto de contratransferencia en la teoría Psicoanalítica, a demás no es sin importancia la nota de Roudinesco, E. (p. 101) “Freud encarga a Ferenczi, en el congreso de Nuremberg, plantear la cuestión de la creación de la IPA. El Húngaro preconiza la creación de una República de las élites, parecida a la que Platón había establecido con los filósofos y defiende el que la organización del psicoanálisis no se tiene que parecer a las tradiciones democráticas” Freud estaba de acuerdo con la idea.
7.- Ibid
8.- Roudinesco, E. p 101
9.- Según Roudinesco, “La creación del comité secreto representa de hecho la actualización de la componente mística de la judeidad freudiana” ya que “Después de haber querido desjudaizar el psicoanálisis creando una asociación internacional dirigida por un hijo de pastor en rebelión contra la religión de su padre, Freud vuelve a centrar las actividades del movimiento de Viena y reanuda con una judeidad de la que nunca renegó” p 121
10.- Habrá que añadir aquí que la cita es de E. Jones quién al parecer sostiene una disputa personal con su exanalista Ferenczi que terminaría en una acusada censura de la obra del Húngaro de parte de Jones y en influir negativamente en la opinión que tenía Freud sobre este. No está de más recordar que antes de esto Freud se expresaba así de alguien a quién incluso deseó como yerno “Hungría, tan próxima a Austria en lo geográfico y tan distanciada en lo científico, hasta ahora no ha brindado al psicoanálisis sino un sólo colaborador, S. Ferenczi; pero tal que vale por toda una sociedad»
11.- Jones, E. p 283
12.- Concepto utilizado por primera vez por Havelock Ellis en su artículo de 1898 y usado por Freud en una carta a Fliess del año siguiente. Roudinesco, E. p 115
13.- Etchegoyen, H. On Narcissism: An Introdution: Text and Context. En la edición de Freud, S. On Narcissism:An Introdution, Edit. Karnac. Contemporary Freud Turning Points & Critical Issues. London. 1991. p.57 (Traducción propia)
14.- En Capobianco, R. In the Beginning: Jung and Freudian on Introversión, podemos leer un cita al texto de Jung, “Psychic conflicts in a child” (1910) en donde dice el psiquiatra suizo: “Part of the love which formally belonged and should belong to a real object, is now introverted, that is, it is turned inward into the subject and there produces increased fantasy activity”. A esto sería importante revisar “Sobre la dinámica de la Transferencia” de Freud, S. donde hace un análisis importante sobre este aspecto. (1912)
15.- Freud, S. p 72
16.- Robinson, H. y Graham Fuller, V. Understanding Narcissism in Clinical Practice. Edit. Karnac. London. p.69
17.- Ibid
18.- Freud, S. p 77
19.- Jung, C. G. Versuch einer Darstellung der psychoanalytischenTheorie. Citado en Freud. S. p.78
20.- Freud S. p. 78
21.- Ludwig Binswanger (1881-1966) , psiquiatra suizo, autor pionero de la Psicología Existencial, amigo de Heidegger.
22.- Referencia a la carta de Freud a Jung de enero de 1913, citada al final de este artículo.
23.- Jones, e. p. 324
24.- Roudinesco, E. p 103. Otto Gross (1977-1920) , Psiquiatra y anarquista, analizado por Jung, controversial para Freud su diagnóstico de Neurosis Obsesiva y Dementia Praecox.